A dos años del primer caso registrado de la enfermedad por COVID-19 en China, parece que estamos cada vez más cerca del final de la pandemia. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) el 2022 tiene todo para ser el año en el que termine la pandemia de COVID-19.
A estas alturas, con 401 millones de casos y 5.8 millones de muertes a nivel mundial, ya conocemos la enfermedad y cómo combatirla. Asimismo, aunque existan distintas variantes del virus, ya conocemos cuáles son sus síntomas y cómo cuidar nuestra salud.
Cuando un virus sufre más de un cambio (mutación) es denominado “variante” del virus. Según la OMS, actualmente existen dos variantes preocupantes del virus SARS-CoV 2 causante de la enfermedad COVID-19.
La variante delta es casi dos veces más contagiosa y puede generar una enfermedad más grave que las variantes alfa, beta y gamma. Las personas que están en mayor riesgo de esta variante son las que no están vacunadas con su esquema completo.
Las personas ya vacunadas aún pueden infectarse, pero su periodo de transmisión es más corto y el riesgo de enfermedad grave es menor.
La variante ómicron se propaga más fácilmente que cualquier otra variante, incluyendo la delta. Sin embargo, aún no es claro si produce una enfermedad más fuerte. Solo se sabe que es la variante con más mutaciones hasta la fecha, lo que puede hacer que se comporte diferente a las demás.
De acuerdo a la Clínica Mayo, esta variante puede causar infecciones postvacunación, tener un esquema completo (2 dosis de las vacunas que requieren 2 dosis o 1 dosis de las vacunas que requieren únicamente 1 dosis mas el refuerzo) de las vacunas aprobadas por la OMS puede reducir el riesgo de desarrollar un cuadro grave de COVID-19.
Para reforzar la protección contra COVID-19 y las variantes en circulación, el Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) recomienda dosis de refuerzo de las vacunas.
Según el CDC, las personas que se infectan con el virus SARS-CoV 2 y sus variantes pueden presentar un amplio rango de síntomas, que pueden ser leves, moderados o graves. Estos son los síntomas mayormente reportados:
Aunque cualquier persona con COVID-19 puede tener síntomas leves o severos, se ha observado que las personas no vacunadas, de la tercera edad y con comorbilidades (diabetes, obesidad, problemas cardiovasculares, etc.) desarrollan un cuadro severo de la enfermedad.
El principal cuidado contra COVID-19 es la vacunación, ya que la OMS declara que para poder terminar con esta pandemia, el 70% de la población mundial debe estar vacunada.
Además, otros cuidados incluyen el uso de los métodos preventivos como la mascarilla, el distanciamiento social, la higiene, la vigilancia epidemiológica y los tratamientos disponibles contra la enfermedad.
Para las personas contagiadas del virus, los cuidados incluyen un monitoreo constante de la oxigenación, la presión arterial y la gravedad de los síntomas, el aislamiento, y el tratamiento farmacéutico para aliviar las molestias de los síntomas.
Si bien, hasta la fecha no hay medicamentos disponibles que ataquen al virus, para este 2022 podrían llegar los primeros antivirales contra el SARS-CoV 2 de Pfizer y Merck. Una vez que estos antivirales sean aprobados y distribuidos en el mundo, podrán administrarse al inicio de la infección para evitar un cuadro de enfermedad grave.
Aunque la COVID-19 no desaparecerá del mapa, se asegura que su impacto en este 2022 no será para nada similar a lo vivido en el 2020 e incluso 2021. Esto se debe a la gran cantidad de personas inmunizadas, a los posibles tratamientos con los que ya se cuente y a todo el conocimiento que hemos recabado en los últimos dos años sobre el virus y cómo combatirlo.