Existen varias emergencias médicas ocasionadas por enfermedades crónicas que deben ser diagnosticadas y tratadas con rapidez, de lo contrario, el paciente puede llegar a fallecer y una de estas emergencias son los accidentes cerebrovasculares o ataque cerebral.
Un accidente cerebrovascular ocurre cuando se interrumpe el flujo sanguíneo que llega al cerebro, ya sea porque el vaso sanguíneo se encuentra bloqueado (isquémico) o porque se ha roto provocando una hemorragia, pero ¿sabes cuál es una de las causas de un accidente cerebrovascular?
En este artículo te platicaremos acerca de la Enfermedad Carotidea Aterosclerótica como uno de los desencadenantes de un ataque cerebral y te contaremos qué puedes hacer para prevenirla para que, en el futuro, no te encuentres en la situación de una emergencia médica por esta razón.
¿Qué es la Enfermedad Carotidea Aterosclerótica?
Para empezar, es necesario conocer un poco de anatomía cardiovascular para entender cómo llega la sangre al cerebro.
Las arterias carótidas son la fuente principal de suministro de sangre rica en oxígeno al cerebro y son como ramas de la aorta que se extienden hacia arriba a partir del corazón. Estas arterias pasan por el lado derecho e izquierdo del cuello.
Cuando se forman placas de colesterol o de células sanguíneas en estas arterias, se produce la Enfermedad Carotidea Aterosclerótica, que da como resultado una reducción importante del suministro de sangre al cerebro.
Esto es una situación médica de emergencia porque cuando el cerebro no recibe suficiente oxígeno, sus células comienza a morir provocando daño severo, discapacidad e incluso la muerte.
La Enfermedad Carotidea Aterosclerótica es un problema de salud pública ya que, de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, los accidentes cerebrovasculares son la segunda causa muerte en el mundo y esta enfermedad es responsable del 10-15% de estas muertes.
¿Cómo sé si tengo la enfermedad?
Desafortunadamente, la Enfermedad Carotidea Aterosclerótica, en la mayoría de los casos, no produce síntomas hasta que la obstrucción es severa.
Los principales síntomas que se pudieran encontrar son neurológicos, tales como: alteraciones visuales como ceguera, alteraciones del habla, dificultad para comunicarse, disminución de fuerza y movilidad de extremidades, y alteración del estado de consciencia.
Por tal motivo, es muy importante reducir la probabilidad de padecer esta enfermedad atacando los factores de riesgo y a continuación, te enlistamos los principales:
- Dislipidemia o alteración en los niveles de lípidos (grasas) en la sangre.
- Tabaquismo
- Obesidad
- Hipertensión arterial sistémica
- Diabetes mellitus
¿Se puede prevenir?
Como ocurre con muchas de las enfermedades crónicas, el llevar una vida saludable es pilar en la prevención de esta enfermedad. Aquí te compartimos algunas acciones que puedes realizar para reducir la probabilidad de padecerla:
- Lleva una dieta equilibrada que incluya los diferentes grupos de alimentos.
- Realiza de 30 a 60 minutos de ejercicio diario.
- Evita fumar.
- Intenta dormir 8 horas seguidas al día.
- Mantén un peso ideal.
¿Cómo es el tratamiento?
Clásicamente el tratamiento era un procedimiento llamado endarterectomía, el cual consiste en un procedimiento de cirugía abierta en el que se abre la arteria carótida afectada y se remueve la placa que la está obstruyendo.
Actualmente y con el avance de la neurocirugía endovascular, el abordaje es cada vez menos invasivo. Por medio de un cateterismo se puede llegar a los mismos resultados mediante la recanalización de la arteria, utilizando diferentes dispositivos (stents o balones) que dilatan el interior ocluido del vaso sanguíneo.
Recuerda que un accidente cerebrovascular es una emergencia médica y la mejor manera de evitarlo es modificando nuestros hábitos mediante acciones saludables. Si está interesado en conocer más acerca de los accidentes cerebrovasculares, no te pierdas estos artículos:
