Blog de la EMCS

Ajustes razonables para personas con discapacidad

 

Ante el desafío ético que existe en el trato a quienes están en situación de discapacidad, vale la pena preguntarnos si en verdad quienes trabajamos en sector salud estamos actuando de forma correcta, respetuosa y profesional con las personas que pertenecen a un grupo vulnerable de discapacidad.

Todo profesional de la salud debe ser consciente, de que, quienes llegan a ser atendidos por ellos, presentan algún tipo de vulnerabilidad.

Cualquier tipo de enfermedad nos convierte en seres vulnerables, y esto crece, si la persona presenta alguna discapacidad.

Nuestra responsabilidad es entonces, además del manejo de la enfermedad, conocer el trato humano, físico y psicológico correcto hacia la atención del paciente.

La responsabilidad no solo recae en el tratamiento de la enfermedad de la persona discapacitada, también se debe asumir posibles omisiones por falta de sensibilidad ante la discapacidad del paciente en cuestión, como dice Arteta.

EMPECEMOS CON LA TERMINOLOGÍA

En la Convención internacional sobre los derechos de las personas con discapacidad, se menciona que, el único término para referirse a ellas es Personas con discapacidad (PCD) o Personas en situación de discapacidad, sin omitir la palabra “Persona”; así mismo, la misma convención, contempla que hay 5 grupos de discapacidades: Visual, auditiva, motriz, intelectual y psicosocial;

esto es lo mínimo que debemos de conocer; y por supuesto entender que quienes presentan alguna discapacidad, ya sea permanente o temporal, deben ser llamados por su nombre; y su discapacidad por el término que establecen los organismos internacionales. Por ejemplo: preguntarle a la persona si es sorda, si es ciega, etc., no ofende ni discrimina, al contrario, proyecta el conocimiento y el interés que se tiene sobre su condición y sobre su vida misma.

AJUSTES RAZONABLES

Entendemos por inclusión plena, cuando la accesibilidad y el trato hacia las personas con discapacidad es completo, sin diferencias sociales o barreras físicas. En relación con la accesibilidad en el entorno, esto se conoce como “Accesibilidad Universal”. Sin embargo, sabemos que muchas veces esto no es posible, ya sea por las condiciones de la ciudad, por arquitectura del edificio o por cuestiones de presupuesto; es por eso que se sugiere, en el camino hacia la inclusión plena, realizar los AJUSTES RAZONABLES, estos son medidas específicas para facilitar el acceso, la información y la comprensión de las personas con discapacidad; podría decirse también que son las adecuaciones mínimas que podemos hacer, para lograr incluir en nuestros espacios, a las personas con discapacidad y así facilitar su buen vivir.

EJEMPLOS DE AJUSTES RAZONABLES

Para entender mejor que ajustes razonables se necesitan en las áreas médicas, se les preguntó a miembros de la Red de Vinculación Laboral de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social y esto es lo que mencionaron:

  1. Rampas y barandales.
  2. Sala de espera adaptada para silla de ruedas.
  3. Señalamientos adecuados para personas con discapacidad:
    1. Pensar en la altura de silla de ruedas.
    2. Señalamientos en lenguaje braille.
    3. Señalamientos en lenguaje signado.
    4. Colores adecuados para personas con discapacidad psicosocial
    5. Letra grande y legible para discapacidad visual parcial
  4. Personal capacitado para asistir a las personas con discapacidad.
  5. Cartelones en lenguaje signado con algunas señas específicas de salud y de saludo para sensibilizar a los usuarios en general.
  6. Cinta en el piso para discapacidad visual.
  7. Señalamientos en elevadores y puertas en los sanitarios con lenguaje braille.
  8. Trípticos en braille y consentimiento informado en lenguaje braille.
  9. Posibilidad de intérpretes de LSM (Lengua de señas mexicana).

Estos son algunos ejemplos, la lista podría continuar, pero nos ilustra muy bien y nos invita a hacer una revisión de nuestros espacios para que se conviertan en lugares amigables para quienes pertenecen a este grupo vulnerable.

 

BIBIOGRAFÍA

  1. Arteta, A. (2010). “Responsables de no responder” en El mal consentido. La complicidad del espectador indiferente. Madrid: Alianza.
  2. Claves para entender la convención internacional sobre los derechos de las personas con discapacidad.
  3. Convención internacional sobre los derechos de las personas con discapacidad.
  4. CONADIS: Encuesta Nacional sobre Discriminación en México, Enadis 2010.
  5. Ley general para la inclusión de las personas con discapacidad.

 

Belinda Jiménez Salinas

Presidenta del Comité Hospitalario de Bioética HZH