La Dra. Patricia Segura Medina recibió este pasado 15 de mayo el Premio Maestro Inspirador David Noel Ramirez Padilla 2025 en el Campus Ciudad de México que otorga el Tec de Monterrey a quienes por su trayectoria docente y vitalidad intelectual son reconocidos por sus pares.
Con 35 años de trayectoria docente, 25 de ellos en el Tec y 20 en la Escuela de Medicina y Ciencias de la Salud, Patricia ha formado a múltiples generaciones de profesionales de la salud que son el resultado de una vocación por la transmisión del conocimiento pero, sobre todo han experimentado en sus clases el efecto de la pasión educadora que transforma la vida.
¿De dónde proviene su vocación para la enseñanza?
Desde que tengo uso de razón siempre soñé a dar clases, cuando entiendo algo siento que tengo la imperiosa necesidad de compartirlo. Enseñar es una necesidad para mi. Recuerdo que uno de mis juegos de niña eran darle clases a mis muñecas, e incluso a mis hermanos, que aún siendo mayores que yo, si algo se les dificultaba aprender yo me ofrecía a explicárselos.
Todo inicia desde la familia, mi papá era médico y trabajaba para la Secretaría de Salud y también era médico militar, algo que le caracterizaba era su gusto por enseñar. Él fue mi primer gran maestro, fue profesor de la UNAM y de la escuela Médico Militar, también mi madre fue siempre muy didáctica en su forma de criarnos, ambos venían del ámbito de la enseñanza y tenían una pasión por el conocimiento y su transmisión.
Hay varias cosas que me han ayudado a ser una maestra, uno es que sé que siempre hay algo nuevo que aprender, esa disposición para seguir aprendiendo se relaciona con mi profesión, soy también Investigadora Biomédica y mi carrera ha corrido a la par de la docencia. Estoy convencida que quien genera nuevo conocimiento esta forzado a compartirlo, porque enseñar es algo dinámico y evolutivo,
Algo que me sigue causando extrañeza es que haya gente que piensa que ser maestro es algo que se hace cuando ya no se tiene nada mas que hacer, no es así, ser maestro es una vocación que nace con nosotros y a la cual no podemos renunciar. Es contradictorio que haya una parte de educadores que consideran el dar la clase como algo separado de su profesión o de su vida, como algo que sucede en el salón de clases y que, salido de allí, la labor didáctica culmina.
Algo que caracteriza a la profesión médica es el rol del mentor y la formación disciplinar. En ciencias de la salud aprendes a partir de ver la práctica de tu tutor porque educar en salud no es simplemente transmitir información, cuando hay un paciente de por medio aprendemos mediante el ejemplo y el seguimiento de casos particulares donde está implicado el bienestar de una persona. Desde Hipócrates y sus discípulos, en ciencias de la salud siempre hay una relación discipular y de mentoría, por ello no imagino que se pueda estudiar medicina en línea, la vivencia directa de casos y la relación presencial con el maestro es muy importante.
En este sentido el modelo del Tec y de otras universidades esta relación de enseñanza en las comunidades de la ciencias de la salud ha inspirado a otras disciplinas para fortalecer la calidad del aprendizaje.
¿Que valora más de su experiencia docente en le Tec de Monterrey?
Llevo mas de 20 años dando clases en le EMCS y desde el inicio he podido relacionarme con las comunidades de profesores de otras sedes y aprender de ellos; entre otras cosas valoro mucho haber desarrollado un modelo que me encanta y que inicié con la Dra Silvia Olivares: el modelo centrado en el paciente, porque cuando estas pensando en la persona como generador de la experiencia, el aprendizaje se centra en su bienestar.
Una cosa que sucede cuando los diversos profesionales de ciencias de la salud estamos alrededor del paciente es que no aprendes de manera individualizada, sino en acompañamiento junto con la experiencia de los otros, y aunque suene a lugar común, lo cierto es yo aprendo más de mis alumnos que ellos de mí, cuando aprendes a través de tus estudiantes ves el conocimiento sin el prejuicio propio, ellos te permiten verlo desde otro lugar.
En la docencia el aprendizaje y la enseñanza son una relación bidireccional. Por ello valoro infinitamente ser profesora del Tec, porque el Tec es una institución que todo el tiempo está cambiando y actualizando su modelo, y esa constante me ha permitido tomar mas de 275 cursos, hacer 5 diplomados, todos de manera voluntaria, porque estoy ávida por aprender cosas nuevas, me maravilla tener esta oportunidad de incorporar nuevos aprendizajes, ya sea de Inteligencia artificial, modelo de enseñanza basada en el paciente, ética, cambio climático…mi inquietud por el conocimiento ha conectado perfectamente con el modelo Tec y sus herramientas y recursos continuos.
Otro ámbito en el que estoy ahora y que me ha permitido conjugar la enseñanza y la investigación sobre investigación educativa es el de la Educación Terapéutica, esto implica posibilitar la prevención y la cura de enfermedades donde participa el paciente desde su conocimiento sobre su enfermedad. El modelo reconoce que el proveedor de salud no puede ser responsable al 100% de la salud del paciente, se necesita que el paciente sea parte de ese proceso terapéutico. Esta innovación implica que sepamos no solo educar a los profesionales de la salud sino también a los pacientes, dándoles herramientas didácticas para el autocuidado.
¿Qué implica ser reconocida como Profesora Inspiradora?
A mi me entusiasma lo que hago, me inspira que lo que yo haga le sirva a otros a hacer cosas, cuando tus alumno te dicen que les encanta ver los que haces eso te confiere una responsabilidad muy grande, porque igual como ejemplificas para bien lo haces para mal. Si lo que hago bien no se replica no tiene sentido, creo que lo que hago lo hago porque hay gente que me ha inspirado, he visto profesores que fueron mis alumnos y ahora también se dedican ala docencia, me entusiasma que deseen ser como yo fui de maestra para ellos.
Ser docente implica una practica muy profesional y muy ética, conlleva una responsabilidad ética, de humanidad y de sensibilidad. Estoy segura que el Tec toma en cuenta la calidad de sus profesores, los ECOAS es una herramienta muy útil para incidir en mejorar la educación de los alumnos y son la vez una herramienta para mejorar nosotros como profesores. Los comentarios de las evaluaciones de alumnos ayudan a saber cosas que de las que no somos consciente y nos permite formarnos con precisión para cubrir las necesidades del alumnado. El mundo esta avanzando y estas herramientas nos ayudan a ser profesores capaces de operar en el tiempo presente.
He sido facilitadora para muchos cursos para profesores con el programa ASESORE para detectar riesgos de salud en alumnos de preparatoria, originalmente tomé los cursos en línea y al conocer a los profesores que los desarrollaban es que me di cuenta de lo importante que es que los alumnos pasan mas tiempo con nosotros que sus padres, eso se ha transformado en programas de mentoria que nos permite entendernos no solo como transmisores de enseñanzas, sino como compañeros de vida de nuestros alumnos en un ámbito de crecimiento permanente.
Tengo la convicción de que siempre podemos ser mejores en lo que hacemos. La inspiración es un don que nos conecta con lo mejor de los demás, aprender de ellos, aprender en conjunto. Pertenecer a una comunidad de aprendizaje tan vital como el Tec de Monterrey es un gran privilegio del cual estoy infinitamente agradecida.
La Dra. Patricia Segura Medina es jefa del Departamento Investigación en Hiperreactividad Bronquial del Instituto Nacional de Enfermedades Respiratoria. Es profesora de cátedra de la Facultad de Ciencias de la UNAM, así como Profesora de planta de la Escuela de Medicina y Ciencias de la Salud del Tecnológico de Monterrey. Es miembro del Sistema Nacional de Investigadores Nivel II. Es parte del Consejo técnico de la Red Temática de CONACYT REDCAM (Red de Investigación en Contaminación Atmosférica y Mitigación del Cambio Climático). Estudió Medicina Veterinaria obteniendo la Medalla Gabino Barreda y la Medalla de Plata a los mejores estudiantes de México. Obtuvo su Maestría en Ciencias Fisiológicas y el Doctorado en Ciencias Biomédicas en el área de farmacología y Toxicología en la UNAM.
Ha sido galardona con el Premio Borrego de Oro como mejor profesor del Tecnológico de Monterrey, de quienes también recibió en 2016, el Premio MujerTec 2016 en Ciencia y Tecnología. Ha obtenido en dos ocasiones el reconocimiento “Profesores que dejan huella” por parte de los exalumnos del Tecnológico de Monterrey (2018 y 2023). Recibió de parte del Gobierno de la Ciudad de México Mención Honorifica del Premio Matilde Montoya 2024 para Mujeres en Ciencias Biológicas y de la Salud.
