El martes 29 de abril del presente año se llevó a cabo el Foro “Cirugía plástica, impacto del intrusismo como problema emergente de salud pública” en el Auditorio Octavio Paz del Senado de la República. El foro auspiciado por la Comisión de Salud del Senado de la República y contó con la presencia de representantes de los principales organismos que agrupan a los cirujanos plásticos certificados en el país, la Asociación Mexicana de Cirugía Plástica, Estética y Reconstructiva, A.C. (AMPCER) , así como de entidades responsables de la certificación profesional, como el Comité Normativo Nacional de Consejos de Especialidades Médicas (CONACEM) y de instituciones de formación superior, como la Escuela de Medicina y Ciencias de la Salud del Tec de Monterrey.
El Dr. Luis A. Herrera participó como ponente dando voz a los centros de formación profesional.
El Dr. Herrera hizo notar que la practica del intrusismo no solo afecta al área quirúrgica, sino también en otras áreas como la psicología, la nutrición o la odontología donde siempre hay el riesgo de perjudicar a los pacientes por personas con poca ética que que suplantan las destrezas clínicas necesarias para poder intervenir responsablemente en la salud.
El Dr. Herrera Montalvo enfatizó que la ética y la responsabilidad profesional son pilares clave para una práctica medica responsable y que, en primera instancia, la formación y transmisión de estos valores corresponde a las instituciones de educación superior desde los grados iniciales pero también, y de manera destacada, mediante la oferta de educación continua, ya que es obligatorio para los profesionales de la salud el estar continuamente actualizados en los avances científicos y tecnológicos que transforman la práctica profesional.
Destacó que, si bien las universidades detentan esa responsabilidad hacia el sector, la erradicación de las malas prácticas y la usurpación de funciones que implica el intrusismo no será posible sin una política pública de prevención donde la colaboración entre los centros de formación y las asociaciones de profesionales, en coordinación y con la ayuda de los medios de comunicación, informen y eduquen al paciente y a la población en general sobre los riesgos y las alternativas seguras para preservar y recuperar la salud.
“Se debe perseguir el delito y dar cumplimiento a la ley, pero ello no será suficiente sin la implementación de acciones preventivas, y la mejor de ellas es la educación”
En México, a pesar de los esfuerzos de instituciones como COFEPRIS, el intrusismo persiste, evidenciando la necesidad de una vigilancia más eficaz y una cultura de prevención centrada en la protección y educación del paciente. Destacó que esta iniciativa, impulsada por el gremio de la cirugía estética, abre el camino hacia que otras profesiones y especialidades se sumen a la causa de la protección y el bienestar del paciente y a la reglamentación de la práctica ética de la salud.
Como contexto, el Dr. José Santos Preciados, presidente del CONACEM mencionó que en México en contraste con Inglaterra que desarrolla certificaciones de especialidades médicas desde hace 300 años, a penas en 1963 se inició con esta práctica necesaria para garantizar la seguridad de los pacientes.
Destacó que, en el caso específico de la certificación de la especialidad en cirugía estética, es indispensable regular la práctica ya que en el pasado se han presentado casos críticos de mala praxis que han generado una mala reputación mediática de la practica de salud en el país.
Por su parte, el Dr. Euripides Flores, titular de la Unidad de Actividades Normativas, Legalidad y Regulación de la Secretaría de Educación Pública informó sobre las labores de coordinación con las autoridades de salud y sanitarias, colegios profesionistas y las comisiones correspondientes para ejercer una vigilancia en la práctica profesional y, en su caso, ejercer acciones coercitivas que desincentiven la práctica irregular de la profesión.
Para dar una dimensión alarmante del problema, el Dr. Ricardo Vega Montiel coordinador de Turismo Médico de la Asociación Mexicana de Cirugía Plástica, Estética y Reconstructiva, mencionó que, a la par del crecimiento continuo de la industria de la salud, se detectan problemas con la calidad de los servicios derivados en parte a que médicos sin formación especializada en cirugía estética e incluso personas que sin formación profesional en medicina ejercen con certificaciones obtenidas de manera engañosa.
Mencionó que se estima que de cada diez intervenciones efectuadas en esta especialidad, 4 a 5 suele ser efectuadas por “usurpadores” personas sin las certificaciones y estudios pertinentes. Desatacó que la derrama económica del turismo médico en la región de Baja California alcanza los 3 mil millones de pesos anuales con un promedio de dos y medio millones de personas que provienen de los Estados Unidos y Canadá primordialmente, a efectuarse cirugías estéticas y bariátricas.
Su exposicón culminó mencionando la importancia de actuar coordinadamente entre instituciones de manera que la marca México en temas de turismo de salud sea reconocida internacionalmente como una promesa de calidad, ética y profesionalismo, ya que la falta de regulación y vigilancia pone en riesgo no solo al sector en la región de frontera sino al desarrollo de ofertas similares en el resto del país.
En este sentido la acción coordinada de las instituciones educativas, entre ellas la EMCS del Tec de Monterrey, son garantes de seguridad y calidad de una práctica médica ética y responsable que demanda una colaboración continua con todos los órganos reguladores y autoridades del sector que permitan hacer una transformación efectiva del sistema de salud y llevar la práctica cínica en el país a estándares de calidad y competitividad óptimos.