Publicado: Jun 20, 2025 1:53:05 PM
Es inevitable la comparación, entre el cerebro humano y la Inteligencia Artificial; y aunque el cerebro humano, como órgano biológico, es superior en creatividad, adaptación, conciencia y despliegue de emociones; cada vez más se pretende que se asemejen los dos, en todos los aspectos de la toma de decisiones; basta explorar los avances de la IA en medicina en los ultimos años: Mejoras en la interpretación de las imágenes médicas, con una precisión superior a la de los radiólogos, en ciertos casos; diagnósticos por imágenes, ejemplo de esto son los alegoritmos que identifican cáncer de mama con precisión superior a radiólogos; asistentes virtuales, como los chatbots en telemedicina que responden preguntas médicas; predicción de enfermedades, analizando datos de pacientes para prevenir infartos y diabetes; alegoritmos que ajustan tratamientos según el perfil genético del paciente. La IA es una herramienta; y es mejor en procesamiento masivo de datos, pero no olvidemos, es sólo una herramienta.
En enfermería los avances han facilitado el trabajo, porque:
- Optimiza procesos
- Monitoreo de pacientes
- Registro y alarmas de medicación
- Analizar datos con mayor rapidez y precisión
- Robots de movilidad del paciente
- Estimulación de la memoria del paciente
- Actividades de apoyo y distraccción
- Sesiones de ejercicios para personas mayores
La IA puede mejorar procesos, mostrar precisión en estudios de imagen, etc., pero, no presenta empatía, compasión, intuición. Y por supuesto que reduce los errores médicos, puede otrorgar diagnósticos más precisos y sobre todo automatizar las tareas administrativas; pero, al utilizarla frecuentemente y de manera única, se corre el riesgo de reducir la calidad humana en la toma de decisiones. Otra cosa a considerar, es la desconfianza que puede mostrar el paciente, al saberse diagnosticado por un paquete inanimado de decisiones, si no se le explica correctamente el empleo de las herramientas de la inteligencia artificial.
NULA COMUNICACIÓN INTERPERSONAL
La comunicación, es la “transmisión de significados por medio del uso de símbolos”. Cuando las personas interactúan por medio del uso de símbolos, ellos están comprometidos en la comunicación. El remitente y el receptor de los símbolos se han comunicado, sin embargo, sólo si se identifican a sí mismos con la significación del otro.
Porque las funciones de la comunicación son, controlar, proporcionar información, fomentar la motivación y servir de un escape emocional; y la IA, como herramienta que es, solo cumple con las dos primeras.
El profesional de la salud, debe tener un doble código: El código científico-técnico del trabajo, es decir, ciertos principios científicos, o reglas de acuerdo con las cuales éste debe ser hecho; y un segundo tipo de normas, código ético del trabajo, que se define como aquellas reglas universalmente aceptadas, que orientan la moralidad de su ejercicio; sobre todo porque, de acuerdo al Código de Bioética para el Personal de la Salud; la Carta de los Derechos Generales de los Médicos; y la Carta de los Derechos Generales de las y los Pacientes, se debe recibir por parte del personal de la salud: Información suficiente, clara, oportuna y veraz; y un trato digno y respetuoso.
En una época en que ,“ya no se tiene fe en el imperativo de vivir para el prójimo, en el ideal preponderante del semejante” (Lipovetsky, Guilles) es mayormente importante el trato personalizado al paciente, aunque se cuenten con herramientas de inteligencia artificial. En esta época, es apremiante preguntarnos: ¿Ante quien somos responsables?, ¿De qué somos responsables?, ¿Para qué somos responsables? Y ¿Por qué somos responsables?; entendiendo que no debemos descuidar esa relación con el débil, el despojado, el expuesto, el desnudo; en el cual debemos ver “El rostro” (Lévinas), no solalemte sus síntomas.
También se debe entender, que los pacientes se encuentran en situación de indefensión y; como se menciona en el artículo 8 de la Declaración Universal Sobre Bioética y Derechos Humanos, cuando aplicamos el conocimiento científico y las tecnología, se debe tener en cuanta la vulnerabilidad humana, respetando la integridad personal de los individuos. Utilizando la IA, sí, pero siempre tomando en cuenta al paciente, sintiendo su personalidad entera, “aprojimándonos” a ella.
Autora: Belinda Jiménez Salinas
Presidenta del Comité Hospitalario de Bioética HZH.
Vicepresidenta del Capítulo N.L. de la Academia Nac. Mexicana de Bioética.
Vocal del Comité de Bioética del Colegio de Medicina Interna del Noreste.
*Agradecemos la colaboración del Dr. German Carreto y el Dr. Salvador Valdovinos