El 16 de octubre, la carpa del Campus Ciudad de México se convirtió en un espacio de reflexión, esperanza y ciencia viva con el panel “Más allá del diagnóstico. Una mirada multidisciplinaria al cáncer de mama”, organizado por la Escuela de Medicina y Ciencias de la Salud (EMCS).
El evento, moderado por Alejandra Platas, directora del Departamento de Psicología Clínica y de la Salud, reunió a cinco destacadas especialistas que, desde diferentes trincheras, abordaron el cáncer de mama como un fenómeno que trasciende lo médico: Dra. Felicia Knaul, Mtra. Paulina Campos, Dra. Rosa María Álvarez, Nutrióloga Karen Macedo y Dra. Alejandra Martínez.
La apertura estuvo a cargo del Dr. Luis Alonso Herrera Montalvo, Decano Nacional de la EMCS, quien recordó el origen del lazo rosa como símbolo de la lucha contra el cáncer de mama y la importancia de regresar “a los orígenes de la concientización”.
“El reto no está solo en el tratamiento, sino en la prevención y detección temprana. Las universidades tenemos la responsabilidad de generar conocimiento que se traduzca en soluciones reales”, enfatizó.
Anotó que en México se diagnostican al año más de 30 mil casos nuevos y alrededor un poco más de 8000 casos de muertes al año ocurren en nuestro país algo que es muy importante también siempre estar conscientes es del gran costo que tiene el tratamiento del cáncer no solamente el de mama, el cáncer en general de acuerdo a las cifras de IMSS tiene un costo promedio al año de cerca de 300 mil pesos por paciente. Por lo cual el trabajo inicia con la concientización hacia la sociedad civil para la prevención y la detección temprana que es hacia donde deben enfocarse las instituciones universitarias pues, además de efectuar investigación, nos corresponde que los resultados de estos estudios realmente impacten en el control de estas enfermedades.
Una conversación que une ciencia, empatía y acción
Alejandra Platas planteó el tono del encuentro: el cáncer de mama no se diagnostica solo en octubre, sino todos los días, y requiere acciones continuas desde todas las disciplinas.
“Cada uno tiene un rol. Nadie está exento. Todos podemos ser parte de la prevención y del acompañamiento”, expresó.
La genética y el poder de la prevención
La Dra. Rosa María Álvarez, pionera en la atención de cáncer hereditario en México, explicó que el 10% de los casos de cáncer de mama son hereditarios y que la identificación oportuna de pacientes con predisposición genética puede salvar vidas.
“No se trata de casos aislados; uno de cada 200 mexicanos podría tener una mutación asociada. La investigación genética nos da la oportunidad única de anticiparnos al cáncer”, señaló.
Por su parte la Dra. Alejandra Martinez hizo hincapié en la falta de equipamientos y recursos para atender adecuadamente a la población en el paños, la importancia de gestionar las políticas públicas que permita el acceso de las mujeres a la detección y el tratamiento, pero también es necesario que se entienda que el tratamiento debe ser individualizado, ya que cada paciente enfrenta retos singulares, entender que si son mujeres jóvenes debemos considerar la fertilidad, su vida laboral, académica, las dinámicas familiares implícitas en su condición, y que más allá de la educación el tema apunta al empoderamiento de las mujeres como objetivo necesario y buscar su participación en ensayos clínicos y proyectos de investigación en diversas áreas más allá de lo clínico.
Nutrición con propósito
La nutrióloga Karen Macedo compartió cómo la alimentación es más que un complemento médico:
“La nutrición devuelve a las pacientes un sentido de control ante tanto caos. No se trata solo de calorías, sino de acompañar emocionalmente a las mujeres en su proceso”.
Resaltó la importancia de romper mitos alimenticios y de trabajar en conjunto con médicos, psicólogos y familiares para mejorar la calidad de vida durante los tratamientos. La alimentación es clave en la adhesión al tratamiento y al éxito en los resultados.
La salud mental como parte del tratamiento
Desde la psicología de la salud, Alejandra Platas subrayó que “no tratamos un diagnóstico, sino a una mujer con una vida, una familia y una historia”.
El abordaje psicológico, enfatizó, ayuda a mantener la adherencia al tratamiento, afrontar el miedo y fortalecer las redes de apoyo que son esenciales para la recuperación.
Ciencia, política y comunidad
La Mtra. Paulina Campos, vicepresidenta del Tec en Ciudad de México, habló del papel de la universidad como espacio de transformación:
“Los grandes problemas no se resuelven desde una sola disciplina. Tenemos que colaborar entre áreas, generar conocimiento aplicable y formar estudiantes conscientes de su impacto social.”
También invitó a la comunidad a traducir la investigación universitaria en políticas públicas que impulsen la detección temprana y la equidad en el acceso al tratamiento. Puntualizo en el el Tec de Monterrey estamos actualizando la formación y esto implica también sensibilizar y concientizar sobre todo respecto a la prevención, ya que hay mucho que se puede hacer desde las etapas más tempranas al fomentar un estilo de vida saludable.
Un llamado desde la experiencia
La Dra. Felicia Knaul, reconocida investigadora internacional y sobreviviente de cáncer de mama, compartió una reflexión profunda:
“No debemos tener miedo de saber que tenemos cáncer de mama, sino de no saberlo. El diagnóstico temprano salva vidas.”
Añadió que el mayor enemigo no es solo la enfermedad, sino el machismo que impide a muchas mujeres buscar atención o compartir su diagnóstico. “A través de esta lucha, también transformamos nuestra cultura y reivindicamos el derecho de las mujeres a la salud y a la vida”, afirmó.
Sin embargo también reconoció que hay muy buenas noticias, ya que alrededor del mundo en el caso por ejemplo de estados unidosha habido un descenso de casi 50 por ciento en la mortalidad de un poco más de 30 años aunque estos resultados no han llegado todavía a méxico y que nuestro deber es empujar a través de la evidencia de la investigación para hacer uso de las tecnologías avanzadas y de las técnicas de educación para la salud para poder garantizar que estos beneficios lleguen a la población mexicana en el futuro próximo.
Un cierre con esperanza y compromiso
Al finalizar, el Dr. Luis Alonso Herrera reconoció la calidad del panel y el compromiso de las participantes:
“Este diálogo muestra el poder de la colaboración entre disciplinas y el liderazgo de nuestras académicas en la construcción de un futuro más saludable.”
Cada especialista dejó un mensaje para los estudiantes del Tec:
Más allá del diagnóstico, este encuentro fue una invitación a ver el cáncer de mama con una mirada integral, humana y esperanzadora. Porque la ciencia, cuando se une a la empatía, puede salvar vidas.