Muchas personas sufren de enfermedades reumáticas que causan dolor, inflamación y, en algunos casos, limitaciones en la movilidad.
Aunque no existe una manera de prevenirlas, hay medicamentos y terapias que pueden ayudar a disminuir su progresión y síntomas.
En esta ocasión, la doctora Karina Silva, especialista en reumatología, explica la importancia de detectar estas enfermedades a tiempo y cómo un tratamiento adecuado puede mejorar significativamente la calidad de vida de los pacientes.
Primero, es importante saber que existen más de 200 enfermedades reumáticas y que estas afectan las articulaciones causando principalmente dolor.
Entre las más comunes se encuentran la artritis reumatoide, la artrosis y la artritis idiopática juvenil.
“El principal síntoma es el dolor articular persistente, acompañado de hinchazón y limitación del movimiento”, señaló la doctora.
“Si el dolor no mejora con antiinflamatorios después de dos o tres semanas, entonces es crucial acudir a un reumatólogo”, agregó.
Cabe resaltar que, de acuerdo con la doctora Silva, las enfermedades reumáticas tienen un componente genético importante.
“Se han identificado varios genes presentes en personas con artritis reumatoide. Sin embargo, no todos los que tienen estos genes desarrollarán la enfermedad”, aclaró.
Para que se active la enfermedad, la doctora explicó que suelen intervenir factores ambientales como infecciones virales o bacterianas, tabaquismo o alcoholismo.
Por ello, recomendó mantener un estilo de vida saludable para minimizar estos riesgos.
Como ocurre con muchas enfermedades, el diagnóstico temprano puede prevenir daños irreversibles
Esto lo subrayó la doctora Silva, pues compartió que en los primeros dos años es cuando más erosiones se producen en las articulaciones si no se tratan las enfermedades reumáticas.
También, comentó que si un paciente con artritis reumatoide se deja a libre evolución, a los 10 años quedará limitada a permanecer en cama.
"El tratamiento oportuno puede prevenir deformidades y otras complicaciones", alertó.
Además, explicó que la inflamación causada por la artritis no mejora con el reposo, al contrario, puede empeorar durante la noche y causar fatiga debido a la falta de sueño.
“Esto diferencia a las enfermedades inflamatorias de otros dolores articulares de origen mecánico, como los causados por lesiones o sobrecarga”, expresó.
Según la doctora, gracias a los avances en la medicina, existen tratamientos biológicos y de moléculas pequeñas que pueden mejorar los síntomas rápidamente.
"En muchos casos, los pacientes muestran mejoría en tan solo cuatro semanas", afirmó.
Estos tratamientos permiten controlar la inflamación y prevenir la destrucción articular, evitando que los pacientes sufran discapacidades graves.
Además de la artritis, la doctora comentó que la fibromialgia es otra enfermedad reumática que afecta a muchas personas, particularmente mujeres.
Sin embargo, a diferencia de la artritis reumatoide, la fibromialgia no causa inflamación, pero sí provoca dolor generalizado y fatiga crónica.
“El diagnóstico de la fibromialgia se realiza por descarte, ya que no hay pruebas de laboratorio que la confirmen”, explicó.
Aunque su diagnóstico puede ser complicado, la doctora recomendó que un tratamiento adecuado puede mejorar la calidad de vida del paciente.
Es especialista en reumatología y experta en ultrasonido musculoesquelético y muscular. Realizó la subespecialidad en Reumatología e Inmunología Clínica en la Universidad Autónoma de Nuevo León y realizó un diplomado en Ecografía Musculoesquelétoca y Articular en la Universidad Autónoma de México.
Es miembro del Colegio Mexicano de Reumatología, A.C. y realiza su práctica en el Instituto de Medicina Interna del Hospital Zambrano Hellion: 81.8888.0000