Las personas que fuman saben el riesgo que tienen de desarrollar problemas respiratorios de diversa índole. Aunque dejar este hábito puede ser muy difícil, con la pandemia del COVID-19 puede ser que tengan una buena razón para hacerlo.
Pulmones desprotegidos
Los fumadores saben que su sistema inmunológico puede verse afectado por este hábito, haciendo más fácil el ingreso de virus a su organismo, y esto comienza por la nariz, cuyos vellos protectores (conocidos como cilios) se van afectados al fumar.
Si una persona, aunque sea menor de 50 años, adquiere una infección respiratoria, es posible que lo sobrelleve peor que quien no fuma.
En el caso del COVID-19, se ha observado que personas jóvenes enfermas desarrollaron complicaciones que pueden atribuirse a que son fumadores, ya sea de cigarrillos tradicionales, o de cigarrillos electrónicos. Las probabilidades son hasta catorce veces más altas de que la enfermedad se convierta en neumonía, según un estudio del Chinese Medical Journey.
En general fumar debilita a los pulmones y provoca inflamación en éstos, y aunque aún no tenemos suficientes estudios específicos acerca del impacto del vaping, al parecer el daño podría ser similar.
Las investigaciones acerca del impacto del COVID-19 siguen en curso, sin embargo, lo que sí sabemos con total certeza es que fumar afecta muy seriamente nuestra salud, y quizá éste sea el momento indicado para dejar este hábito. Recuerda que existen diversas maneras de erradicarlo. Un especialista en neumología puede orientarte.
Recuerda seguir las recomendaciones habituales de prevención:
Cuídate y protege a los tuyos: evita exponerlos a humo de segunda mano, y al vapor generado por los cigarrillos electrónicos, ya que podrías estarlos exponiendo a riesgo innecesarios en esta contingencia de salud.
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