La hepatitis es la inflamación del hígado producida principalmente por una infección viral y aunque se sabe que existen cinco cepas (A, B, C, D y E) del virus que origina la enfermedad, se desconoce el agente causante de casos de hepatitis en niños, que han surgido en diferentes países en los últimos días.
Si bien es raro que la hepatitis viral en niños provoque una enfermedad grave, se sabe que esta nueva hepatitis es más agresiva, ya que el 10% de los casos han requerido un trasplante. Sin embargo, también se sabe que esta enfermedad no es de propagación rápida, porque el número de casos identificados no es muy alto.
A pesar de que aún se desconoce la causa de la enfermedad, la detección temprana y las medidas básicas de precaución continúan siendo las mejores herramientas para prevenir, ya sea contraer la enfermedad o desarrollar síntomas graves.
A continuación, te presentamos algunos conceptos básicos acerca de la hepatitis, qué se sabe hasta ahora de la nueva enfermedad, y qué podemos hacer para proteger a los niños de la hepatitis de origen desconocido.
El hígado es un órgano vital. Purifica la sangre eliminando toxinas, participa en la digestión produciendo una sustancia llamada “bilis” que ayuda en la absorción de la grasa de los alimentos, y almacena energía en forma de azúcar.
Este órgano se puede enfermar de diferentes maneras y por diferentes causas. Por ejemplo, las condiciones crónicas como la diabetes y obesidad, los malos hábitos y el consumo excesivo de sustancias tóxicas, o las condiciones hereditarias e infecciones virales, pueden ocasionar hepatitis crónica provocando complicaciones como cirrosis, insuficiencia hepática o cáncer.
En el caso de los niños, la forma de hepatitis más frecuente es la viral, particularmente la hepatitis A y E. Esto es porque estas dos cepas de la enfermedad, se transmiten a través de alimentos, agua contaminada, falta de higiene o contacto con una persona infectada.
Por otro lado, la hepatitis B, C y D, se transmiten por sangre y fluidos corporales. Sin embargo, cabe destacar que la hepatitis B también puede transmitirse de madre a hijo durante el parto. De ahí, la importancia de mantener al día el esquema de vacunación contra enfermedades como la hepatitis.
Cuando el hígado se enferma por hepatitis, lo que ocurre es que se inflama y esta inflamación puede dañarlo, afectando su buen funcionamiento. Si la enfermedad no se detecta a tiempo, el daño en el hígado puede ser permanente, poniendo en riesgo la vida del paciente.
Desafortunadamente, en muchos casos no se presentan síntomas que alerten la presencia de la enfermedad y pueden pasar muchos años antes de detectarlo, sin embargo, cuando sí presenta síntomas, estos pueden ser:
Otros síntomas que acompañan a los anteriores son:
En los últimos días se han estado reportando casos de hepatitis aguda en niños menores a los 5 años, aunque la alerta sanitaria se extiende hasta los 16 años. Estos casos han surgido particularmente en países europeos. También, se han reportado casos en Estado Unidos y algunos en México. Sin embargo, lo que mantiene preocupadas a las autoridades en salud, es que se desconoce el origen de la enfermedad.
Se han realizado varias hipótesis acerca de las posibles causas, por ejemplo, que podría estar relacionada al virus de “Epstein-Barr”, o con el virus de la enfermedad por COVID-19 o por un adenovirus. Pero, no existe una correlación entre los niños infectados o un factor común para todos los casos.
Sin embargo, en la revista médica británica “The Lancet”, los científicos Petter Borden y Moshe Arditise, publicaron recientemente una hipótesis acerca del origen de la enfermedad. De acuerdo con la publicación, esta nueva hepatitis puede ser la consecuencia de una infección por SARS-CoV-2, en combinación con un adenovirus.
Esta hipótesis surge porque muchos de los niños afectados por la nueva hepatitis, habían estado enfermos recientemente por COVID-19, y se cree que la infección por COVID pudo haber deteriorado la barrera intestinal llevando trazas del virus al torrente sanguíneo que, junto con la infección de un adenovirus, estaría provocando una inflamación fuerte en el hígado.
La hipótesis publicada por “The Lancet”, aún se tendría que investigar para comprobar si realmente los nuevos casos de hepatitis están ocurriendo por esa causa, y de ser cierta, se podría dar inicio al desarrollo de tratamientos específicos para tratar la enfermedad.
Mientras tanto, lo mejor es continuar llevando las medidas básicas de precaución para prevenir enfermedades, las cuales son las misma que se han estado implementando desde el inicio de la pandemia por COVID-19:
Aunque la nueva hepatitis de origen desconocido no debería ser motivo de alarma para los padres de familia, es importante enfatizar el llevar a cabo las medidas adecuadas de prevención y no olvidar llevar a los niños a vacunarse contra la hepatitis, así como a las revisiones periódicas con el pediatra para monitorear su estado de salud.
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