Conoce la historia de tres mujeres colaboradoras de TecSalud y cómo gracias a su labor han podido enfrentar la pandemia por el COVID-19.
Tras casi un año de vivir en pandemia por el COVID-19, la labor de las y los trabajadores del sector salud ha sido pieza clave para enfrentar esta batalla.
Hay miles de mujeres, que al igual que los hombres, luchan día con día contra este virus, enfrentándose a enormes retos pero que sin duda han sabido con fortaleza sobrellevar estas adversidades.
Los esfuerzos que realizan, la importancia de su rol en la sociedad, especialmente en tiempos de COVID-19, y cómo a través de sus acciones están logrando construir un ambiente igualitario para todas y todos, es algo que estas tres mujeres, en representación de muchas más, han logrado.
Ni en la enfermedad pone a un lado su vocación
La labor de Juana Lizzett Melendez, coordinadora de Limpieza y Servicios Generales de TecSalud, consiste en la limpieza de todas las áreas del Hospital San José, que fue designado a principios de la pandemia como hospital para atender únicamente pacientes diagnosticados con COVID-19.
Justo en medio de la pandemia, Lizzett pasó por un cáncer estacional, el cual pudo combatir a través de cirugía. Al ser una persona que atravesó por una enfermedad, se le pidió trabajar desde casa, pero su vocación la llevó a tomar una decisión admirable.
“A mí me acababan de dar este cargo de coordinación y recuerdo que les dije a mis líderes: yo no me voy a ir a trabajar a mi casa, yo estoy bien y me voy a quedar a cuidar a mi equipo y a las personas que estén en el hospital. Ahora más que nunca me toca a mí apoyar”, señaló Lizzett.
Algunas de las y los colaboradores a su cargo sentían que no eran capaces de entrar a las áreas COVID-19 por miedo a contagiarse o hacer las cosas mal, por lo que Lizzett los acompañaba en todo el proceso para asegurarse de que hicieran su trabajo de manera adecuada.
“Recuerdo que al principio de la pandemia les decía: yo voy con ustedes, juntos, bajo la marcha, vamos a aprender a llevar a cabo estos procesos. Tenía que meterme con ellos para asegurarme que estuvieran haciendo el proceso adecuado, porque trabajar con un EPP (Equipo de Protección Personal) es muy difícil”, comentó.
“Nunca quise irme, siempre he estado al pendiente de mi equipo, de las 65 personas a mi cargo. Hasta la fecha he estado al frente y gracias a Dios, no me ha dado COVID-19. A mí nada me detiene en hacer mi trabajo, aun estando en estas circunstancias”, agregó.
Tras casi un año de vivir en pandemia por el COVID-19, Lizzett sigue llevando la coordinación de limpieza del Hospital San José, por lo que ahora más que nunca su trabajo y vocación son un ejemplo a seguir.
El reto de abastecer un hospital en tiempos de pandemia
María Fernanda Benito, directora de Cadena de Suministro de TecSalud, es la responsable, junto con el equipo a su cargo, de abastecer al hospital en cuestiones de materiales, medicamentos y equipo médico.
Uno de los mayores retos a los que se ha enfrentado es al desabasto de insumos médicos, los cuales son indispensables para un hospital. “Tristemente había proveedores que abusaron en temas de precios y de mala calidad. Yo, siendo responsable del área de compras, tenía que cuidar el costo, pero siempre pensando primero en la seguridad de nuestros colaboradores, pacientes y en la calidad de los insumos”, señaló.
El tener dos hijos chiquitos en casa y la responsabilidad de trabajar en un hospital en pandemia, ha sido otro de sus grandes retos pero que para ella no ha sido un obstáculo para hacer lo que más le apasiona.
“Ha sido un reto el tener que organizarme bien para sacar adelante lo más importante para mí que es mi familia, sin dejar atrás la responsabilidad que tengo en el hospital y con la sociedad en este tiempo tan difícil”, mencionó.
Al empezar la pandemia, colaboradores de TecSalud le externaron su preocupación ante la situación crítica que vivían otros hospitales en cuanto a la falta de suministro.
“Me decían Fer, por favor, que esto no nos pase, y yo les respondía: ustedes por esto no se preocupen, esa es mi responsabilidad junto con mi equipo y les prometo que seguiremos trabajando como hasta ahorita para que eso no suceda.
Y la verdad es que, tras casi un año de pandemia, no ha habido ni una sola queja en el sentido de que no hubiera EPP para nuestro personal”, agregó.
Gracias a la labor de Fernanda y el equipo a su cargo, hasta la fecha los hospitales de TecSalud no han tenido falta de suministro a pesar de las adversidades y los retos que se han enfrentado durante la pandemia.
Enfermería frente al COVID: unidas y unidos por un propósito común
Laura Marcela Davila, enfermera especialista y quién está en la primera línea de atención de pacientes COVID-19 en cuidados intensivos del Hospital San José, fue una de los muchos profesionales de la salud que pidieron trabajar en áreas covid para poner su granito de arena ante esta pandemia.
“Le pedí a mi coordinadora entrar al área covid para ayudar principalmente a los pacientes en su recuperación pero más que nada, por la empatía que tengo con mis demás compañeras y compañeros que estaban ahí. Mi propósito y lo más importante para mi es el compañerismo y la salud del paciente”, señaló Marcela.
Tanto para Marcela como para el resto del personal de enfermería, este año ha sido un reto trabajar en área covid, con turnos de mínimo 7 horas seguidas, en donde por portar el EPP, no pueden salir del área a hacer sus necesidades básicas como comer o ir al baño y aún así, menciona que: “al final de cuentas, es una satisfacción para mí el poder realizar mi trabajo y poder seguir seguir apoyando”.
Además de su rol como enfermera, Marcela toma el papel de ayudar a los pacientes con apoyo moral ya que su familia no puede estar presente con ellos. Dice que desde que llegan al hospital los ve con miedo, ansiedad y muy desesperanzados. “Ahí tenemos que estar nosotros para darles ese apoyo moral y esa fuerza, que evidentemente necesitan”, menciona.
“Llegan con miedo, diciendo que no se quieren intubar porque creen que no van a despertar, que ya no van a ver a su familia y van a estar ahí solos. Esas son las historias que nos impulsan para seguir con empatía y seguir apoyando al paciente, porque nuestra meta es que ese paciente vaya de regreso a casa, sano, con su familia”, agregó.
El ver al paciente salir del hospital y regresar a casa, es lo que mantiene a Marcela, y a los demás profesionales de la salud, con fuerza para hacer su labor día con día.
Y es así, unidas y más fuertes que nunca, como estas mujeres, en representación de las y los profesionales de la salud, le han dado batalla a la pandemia del COVID-19 y que con su cuidado, labor y vocación, han dado de alta a miles de pacientes.