En el campo de la neurocirugía, el avance tecnológico es un viaje continuo, siempre en movimiento, entre el presente y el futuro.
Hoy, estamos viendo cómo la inteligencia artificial (IA), está cambiando el panorama de la cirugía de tumores cerebrales.
Y es que, gracias a la automatización, la planificación antes de la operación y la predicción de resultados se han convertido en tareas mucho más sofisticadas.
Los algoritmos actuales pueden realizar automáticamente tareas como segmentar tumores, localizar zonas que causan epilepsia y prever el riesgo de daño en tejidos después de un accidente cerebrovascular.
Incluso pueden ayudarnos a elegir a los mejores candidatos para cirugía de epilepsia en niños y predecir la supervivencia en neuro-oncología y trauma.
La IA como una aliada
En oncología, estamos avanzando hacia un mundo de “ómicas” gracias a las nuevas tecnologías y marcos computacionales.
Estos avances nos permiten hacer diagnósticos más precisos y adaptar los tratamientos a las características moleculares individuales de cada paciente.
Sin embargo, la creciente complejidad en cómo clasificamos y seleccionamos tratamientos puede hacer que los métodos antiguos queden obsoletos.
Aquí es donde la IA puede ser nuestra aliada, ayudándonos a manejar esta complejidad y a automatizar tareas de pronóstico y selección de tratamientos.
Aunque estamos viendo avances, aún enfrentamos desafíos en la implementación de la IA en entornos reales.
Dentro del quirófano, los microscopios operativos con posicionamiento semiautomatizado están demostrando su potencial.
Estos utilizan puntos anatómicos derivados de imágenes para mejorar la precisión en procedimientos intracraneales y espinales.
La IA también puede mejorar nuestra orientación al usar datos preoperatorios o intraoperatorios para planificar mejor las trayectorias de la cirugía.
De hecho, puede alertarnos cuando estamos cerca de estructuras críticas, como vasos sanguíneos o áreas importantes del cerebro, lo que maximiza la precisión y minimiza el daño colateral.
Desafíos de las tecnologías avanzadas
Aprender de otras industrias que han adoptado tecnologías avanzadas también nos da valiosas lecciones.
En la aviación, por ejemplo, la automatización ha transformado los vuelos comerciales desde mediados del siglo XX, permitiendo viajes más seguros y eficientes.
Sin embargo, incidentes recientes han mostrado que una dependencia excesiva en la automatización puede llevar a problemas, como los accidentes del Boeing 737 Max-8, que ocurrieron porque los pilotos no entendieron completamente un sistema automatizado.
Esto subraya la importancia de comprender y no sobreconfiar en la tecnología.
En la industria automotriz, la automatización también está en auge.
Con millones de accidentes automovilísticos cada año, la automatización de la conducción tiene el potencial de mejorar la seguridad.
No obstante, los incidentes con vehículos autónomos, como el choque fatal de un coche que no detectó a un peatón, nos muestran que la automatización aún tiene desafíos que superar.
Estas experiencias de otras industrias nos enseñan que, aunque la inteligencia artificial puede facilitarnos el procesamiento de grandes cantidades de información y mejorar nuestras capacidades, aún hay un largo camino por recorrer.
La IA en neurocirugía no es solo una fantasía de ciencia ficción, sino una realidad que está transformando nuestra precisión y eficacia en el tratamiento de tumores cerebrales.
Mientras avanzamos, estamos en el umbral de una nueva era en la lucha contra los tumores cerebrales, donde la innovación y la precisión nos ofrecen nuevas esperanzas y soluciones para nuestros pacientes.
Paulo Miguel Tabera Tarello
Es especialista en neurocirugía oncológica, experto en el tratamiento de tumores cerebrales y de la columna vertebral, malformaciones vasculares, trastornos funcionales del sistema nervioso y padecimientos congénitos neurológicos.
El doctor Tabera cuenta con entrenamiento en cirugía de mínima invasión y endocirugía, cirugía de paciente despierto, cirugía vascular cerebral, y cirugía de tumores cerebrales y de columna vertebral.
Asimismo, está certificado por el Consejo Mexicano de Cirugía Neurológica, es miembro del Colegio Nacional de Neurocirugía, miembro activo del American Association of Neurological Surgeons y del Congress of Neurological Surgeons.
El doctor realiza su práctica médica en el Instituto de Neurología y Neurocirugía del Hospital Zambrano Hellion.
