¿Tu hijo sube de peso con facilidad, aunque haga ejercicio y parezca tener buenos hábitos?
Como mamá o papá, seguramente te has preguntado: ¿Estoy haciendo algo mal? ¿Necesita más ejercicio? ¿Habrá algo más detrás?
Aunque la alimentación y la actividad física son claves, no siempre explican por completo el sobrepeso infantil. A veces, hay un factor oculto que suele pasarse por alto: el desequilibrio hormonal.
En este artículo te ayudaremos a entender cómo las hormonas pueden influir en el apetito, el metabolismo y el peso de tu hijo.
Porque sí, comer bien y moverse es importante, pero si no se considera la parte hormonal, muchos esfuerzos pueden no ser suficientes.
Descubre qué señales tomar en cuenta, cuándo es momento de actuar y cómo hacerlo sin caer en soluciones apresuradas que puedan poner en riesgo su salud.
De acuerdo con el doctor Oscar Flores Caloca, especialista en endocrinología pediátrica de TecSalud, el peso no siempre es culpa del plato.
Comentó que el cuerpo tiene una red hormonal que regula el hambre, la saciedad, el almacenamiento de grasa y la forma en que usamos la energía.
“Cuando algo ahí no está funcionando, el niño come más o gana peso más rápido, incluso con hábitos normales”, declaró.
“En niños con obesidad, solemos ver una alteración en hormonas como la insulina, la grelina o la lectina. Algunas les hacen sentir hambre todo el tiempo, otras dificultan que usen bien la energía que consumen”, explicó.
A continuación. te mostramos que hace cada una de ellas:
“Conforme van creciendo, estas hormonas van cambiando junto a ellos. Una muestra muy clara de esto es la pubertad, ya que por sí sola genera resistencia a la insulina”, dijo el doctor.
Por eso, alertó que, entre los 9 y 15 años, es cuando más se detectan los primeros signos de diabetes tipo 2 en población infantil.
Según el doctor Flores, no todos los niños con sobrepeso tienen un problema hormonal, pero hay señales que pueden orientarte.
Recomendó pedir una evaluación médica si tu hijo o hija:
Además, agregó que el verdadero problema de la obesidad radica en enfermedades asociadas como la diabetes o hipertensión.
“De cada cuatro adolescentes, uno ya muestra resistencia a la insulina, y entre más pronto se intervenga, más fácil es revertirlo”, comentó.
Además, agregó que, si el problema se detecta antes de los 10 años, las probabilidades de éxito para revertirlo superan el 60%. En cambio, después de la adolescencia, caen al 20%, y en adultos, a solo 10%.
El especialista en endocrinología indicó que esto no se trata de alarmar a los papás, sino de ayudarlos a actuar a tiempo.
Aquí te compartimos algunas recomendaciones:
“Las hormonas sí influyen, pero también lo hacen los hábitos de casa. Comer juntos, moverse, dormir bien y la regulación emocional pueden tener más impacto que cualquier suplemento”, recalcó.
Finalmente, el doctor destacó que la obesidad no es un problema de imagen ni de talla, es un tema de salud a largo plazo.
“Lo importante es prevenir enfermedades que la acompañan como la diabetes tipo 2, la hipertensión o el colesterol alto”, dijo.
Es médico cirujano con especialidad en endocrinología pediátrica. Es experto en el tratamiento de la diabetes, obesidad, trastornos de la maduración sexual, enfermedades tiroideas y trastornos de la glándula suprarrenal.
Es ex presidente de la Asociación Mexicana de Diabetes del Estado de Nuevo León. Actualmente, es Profesor TecSalud y ejerce su práctica médica en el Instituto de Pediatría del Hospital Zambrano Hellion: 81.8888.0700.