Cuando un ser querido fallece, el dolor que sentimos puede ser tan grande que pareciera como si el mundo se cayera encima de nosotros. Aunque la muerte es parte del ciclo de la vida, lidiar con ella siempre es difícil, en especial cuando se trata de alguien muy cercano a nosotros.
No hay una única forma de vivir el duelo ni una correcta. Cada uno de nosotros procesamos la pérdida de maneras diferentes. Algunos nos refugiamos en familiares y amigos, otros preferimos estar solos. Se puede encontrar consuelo al revivir recuerdos con esa persona, o a veces se trata de no pensar en ella porque al hacerlo, trae dolor.
El creer que todas las personas experimentamos y expresamos estos sentimientos de pérdida y dolor de la misma manera es uno de los muchos mitos alrededor del duelo. Aquí te contamos algunos otros que se presentan con más frecuencia.
Se suele pensar que todas las personas en duelo muestran sintomatología intensa, pero no es así. Mostrarse frágil y vulnerable no significa que no se esté bien, del mismo modo que mostrarse fuerte e inexpresivo no significa que se esté haciendo un duelo saludable.
Recuerda que el duelo es un proceso fluido, no rígido, y cada persona tiene su propia forma de elaborar y afrontar su proceso.
Quizá la frase más común que escuchamos de parte de quienes tratan de consolarnos cuando vivimos una pérdida es que “el tiempo lo cura todo”. Sin embargo, el duelo no se cura solo con el tiempo, sino que depende de lo que se haga con ese tiempo.
No se trata de un proceso que dura un año o dos, o que el primero es el peor. El duelo no tiene un lapso determinado, cada persona lo vive a su ritmo y este debe ser respetado.
Otro de los mitos sobre el duelo es el creer que expresar el dolor hace daño a uno mismo. Llorar no tiene efectos secundarios adversos; por el contrario, libera el exceso de tensión y tiene un efecto sedante y antidepresivo. El llanto es natural cuando sentimos dolor emocional, y es importante no tratar de reprimirlo.
Si alguien cercano a ti está atravesando un proceso de duelo por el fallecimiento de un ser querido, es común pensar que si expresamos el dolor que esto nos causa les hacemos más daño.
Sin embargo, al no ocultar la pena que nos transmite su dolor, mostramos lo mucho que lo sentimos, que lo amamos, que nos importa y que nos impacta lo que comparte con nosotros
Aunque puede parecer difícil sobreponerse al dolor por la despedida de un ser querido, hay algunas recomendaciones de expertos en psicología que puedes seguir para vivir tu pérdida.
Es muy importante que durante estos rituales se incluyan a todos los que quieran participar: niños, personas mayores, personas con discapacidad, entre otros. Explícales con naturalidad y de acuerdo con su condición y edad lo que tienes pensado hacer e invítalos a proponer cómo quisieran participar.
Si en este momento, por cualquier razón, no puedes realizar estas ceremonias o rituales, es válido y normal. Cada persona tiene su propia forma de elaborar y afrontar su proceso de duelo, y respetarlo es lo más importante.
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