El embarazo se caracteriza por ser un proceso en el que las madres experimentan sentimientos de amor y felicidad, pero también uno que presenta desafíos físicos y que requiere de cuidados especiales tanto a lo largo de los nueve meses como después del nacimiento del bebé.
Así como es importante informarse sobre los cambios físicos y emocionales para la madre y el bebé durante el embarazo o saber cómo prepararnos para el parto, también lo es el saber qué es lo que viene después del nacimiento y qué cuidados en particular requiere esta fase.
Se conoce como postparto o puerperio el periodo que comprende entre las seis a ocho semanas después del parto o la cesárea. Durante esta etapa el cuerpo de las mujeres sobrelleva una serie de cambios anatómicos, funcionales y psicológicos que permiten la regresión gradual de todos los cambios producidos durante el embarazo. La glándula mamaria, por otro lado, está en su máximo desarrollo y actividad durante el postparto.
Durante esta etapa, es importante cuidar tanto del bebé recién nacido como de la madre, ya que los cambios hormonales pueden ser retadores.
Después del parto o cesárea se sienten molestias derivadas del proceso y de la herida que se produce durante el parto.
Los escalofríos son frecuentes durante el postparto y pueden darse por una respuesta del desgaste muscular causado por el esfuerzo físico del parto. Sin embargo, en la mayoría de los casos, este síntoma sólo está presente en los primeros días después de parto.
Producto de la presión que se ejerce por la cabeza del bebé cuando sale del canal del parto, este síntoma se puede presentar durante los primeros días. Consiste en no vaciar la vejiga completamente cuando orinas, o incluso orinar muy poco.
Este tipo de dolor es producto de la secreción de oxitocina a través de la lactancia y provoca contracciones uterinas.
Si te encuentras en el periodo de postparto, estos son algunos de los cuidados generales que debes seguir.
Además de los cuidados generales, cada caso en particular puede requerir de otro tipo de precauciones.
Si se tuvo una cesárea, lo más importante es mantener la incisión o herida limpia y seca. Por lo general, se sugiere evitarse bañar en una tina las primeras dos semanas para ayudar a la cicatrización. En caso de notar enrojecimiento, hinchazón o flujo alrededor de la herida, informa a tu médico.
Si requeriste de una episiotomía o tuviste algún desgarro durante el parto, las indicaciones son similares. Es importante no cargar nada que pese más de siete kilos durante las primeras seis semanas, que es más o menos lo que dura el periodo del postparto.
Debido a que durante el parto se puede lesionar la uretra o estirar la vejiga, incrementa la posibilidad de contraer una infección del tracto urinario. Por ello, se debe tomar mucha agua y orinar por lo menos cada tres o cuatro horas.
Es recomendable hacer ejercicio después del parto, pero este debe ser realizado de manera gradual y precavida, evitando ejercicios de alto impacto. Por ejemplo, durante las primeras seis semanas, lo mejor es caminar todos los días durante treinta minutos. Después de este periodo, se puede empezar a implementar ejercicios que ayudan a reforzar el suelo pélvico, como el pilates o yoga.
Si no presentaste molestias después del parto, recuerda que es conveniente consultar con tu médico de tres a cuatro semanas después del parto o según se te indique. Así se puede revisar la herida en caso de cesárea o cualquier otra atención que necesites tú o tu bebé.
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