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RCP básica: cómo apoyar en situaciones de emergencia

La reanimación cardiopulmonar o RCP es una técnica para salvar la vida de alguien que está sufriendo un ataque cardíaco o incapacidad de respirar, en las que la respiración o los latidos del corazón de una persona se han detenido.

Al año, aproximadamente más de 6 millones de personas presentan ataques cardíacos súbitos, en los que la RCP les da más posibilidades de sobrevivir y la oportunidad de una mejor recuperación.

Debido a que esta importante técnica puede ayudarnos a salvar la vida de una persona en caso de emergencia, es vital saber cómo hacer una RCP básica.

Si bien, las siguientes indicaciones no sustituyen una formación en primeros auxilios, sí pueden marcar la diferencia entre la vida y la muerte de una persona.

 

¿Cómo hacer una RCP básica?

Un paro cardiorrespiratorio es una situación inesperada pero potencialmente reversible si se actúa con rapidez y eficacia. El objetivo de la RCP es mantener en circulación la sangre oxigenada hacia el cerebro y otros órganos hasta que un tratamiento médico pueda restablecer el ritmo cardíaco normal.

Actuar rápidamente es fundamental porque cada minuto que pasa disminuye la posibilidad de supervivencia. Por lo que te damos los pasos básicos para poder aplicar una RCP y te instamos a tomar un curso de primeros auxilios para ampliar tu conocimiento al respecto.

Antes de comenzar: reconoce si una persona necesita RCP

Primero debes asegurarte que es seguro acercarte. Si es así, acércate a la persona afectada y revisa si está consciente. Si no lo está, llama a un número de emergencia médica (911) o solicita que alguien más lo haga por ti.

Observa durante máximo 10 segundos el pecho de la persona para ver si se eleva indicando que está respirando. Si la persona afectada no está respirando, será necesario aplicar la RCP de inmediato iniciando con las compresiones torácicas.

Los pasos fundamentales para realizar compresiones

La RCP es una técnica que nos permite salvar vidas además de prevenir secuelas graves en los afectados. Ten en cuenta que dar respiraciones boca a boca junto con las compresiones torácicas, es solo para personas capacitadas.

Las compresiones significan usar tus manos para presionar el pecho de una persona con fuerza y de manera específica para que la sangre se siga bombeando desde el corazón a los demás órganos. Sigue los siguientes pasos:

  1. Acuesta a la persona de espalda sobre una superficie firme.
  2. Arrodíllate junto a los hombros de la persona. Luego coloca la palma de tus manos sobre el centro del pecho de la persona, en medio de los pezones.
  3. Tus brazos deben estar completamente rectos sin doblar los codos, de modo que los hombros estén alineados con los brazos echándolos hacia adelante.
  4. Presiona el pecho del paciente hacia abajo al menos 5 centímetros, pero no más de 6 centímetros, usando todo el peso de tu cuerpo al hacer estas compresiones.
  5. Realiza las compresiones a un ritmo de 100 a 120 compresiones por minuto o bien, hazlo durante dos minutos continuos permitiendo que el tórax del paciente se expanda nuevamente entre cada compresión con la finalidad de llevar a cabo la función de bombeo del corazón.
  6. Continua realizando la compresiones hasta haya señales de movimiento o hasta que llegue el personal de primeros auxilios.

La Asociación Americana del Corazón (AHA por sus siglas en inglés), compartió un playlist que ayuda a realizar las compresiones de acuerdo al ritmo de algunas canciones. Conoce el playlist aquí.

 

Recuerda que la RCP es una técnica que puede ayudarnos a salvar una vida y que nos ayuda a prevenir secuelas graves en personas que sufren de paros cardiorrespiratorios.

Te invitamos a buscar cursos de RCP en tu comunidad para conocer la técnica a fondo, practicarla y ayudar a salvar vidas. 

 

Teléfonos de Emergencia
Hospital San José
81.8347.1011
Hospital Zambrano Hellion
81.8888.0911