En ocasiones, nuestro ritmo de vida nos impide prestar atención al cuidado de nuestra salud y eso puede repercutir en nuestro bienestar, de hecho, por el ajetreo diario muchas veces nos olvidamos de algo sumamente importante: nuestra salud digestiva.
Con las prisas comemos lo que sea, hamburguesas, pizzas, tacos, en general, alimentos grasosos y/o altamente procesados que, con el paso del tiempo, llegan a dañar nuestro sistema digestivo y ni se diga nuestra salud en general.
Es cierto que existen otros factores que pueden afectar el buen funcionamiento del sistema digestivo como los trastornos inflamatorios, alérgicos o problemas del sistema inmune, pero todo se puede reducir a qué comemos y cómo comemos.
Independientemente de esos factores, la calidad de nuestra alimentación es determinante para que nuestro cuerpo trabaje correctamente y es por eso que a continuación, te compartiremos los alimentos que pueden ser malos para tu digestión y qué puedes hacer para mejorar tu salud digestiva.
¿Te ha sucedido que después de comer sientes empacho? Nos referimos a esa sensación de haber comido mucho y que a veces, viene acompañada de indigestión, acidez, gases, náuseas y muchos otros males que, en realidad, no son normales.
El problema, aparte de comer muy rápido y de consumir alimentos altamente procesados, es que no toda la comida se digiere igual, algunos alimentos son más difíciles de digerir y esto también puede variar de persona en persona.
Aquí te compartimos algunos alimentos que te pueden provocar indigestión:
Comida rápida: la famosa comida rápida o “fast food” tiene un alto contenido de grasa saturada que son bastante difíciles de digerir por tu organismo. Aparte de que son factor de riesgo para desarrollar muchas enfermedades como la diabetes o cardiovasculares, pueden provocar acidez, reflujo y dolor de estómago.
Picante: en México es común ponerle salsita a casi todo y preparar muchos alimentos con chile, y aunque nuestro cuerpo ya debe estar acostumbrado, a veces mucho, puede ser demasiado. El problema se encuentra en que el picante aumenta la producción de jugo gástrico que puede irritar nuestro estómago.
Bebidas alcohólicas: sabes que consumir bebidas alcohólicas en exceso es malo para la salud y por supuesto, también para la digestión, ya que la hace más lenta. Incluso, el alcohol tiene azúcares añadidos que también son difíciles de digerir.
Carne procesada: todo tipo de carne que ha pasado por una serie de procesos industriales, pierden sus nutrientes y adquieren grasas que son perjudiciales. Además, en muchos casos contienen agregados de sustancias químicas para conservarlas, pero todo esto puede provocar problemas digestivos y aumentar el riesgo de cáncer de colon.
Lácteos: muchas personas son intolerantes a la lactosa y su consumo puede provocar gases, distensión abdominal y diarrea.
Café y chocolate: tanto el café como el chocolate contiene cafeína que estimula la producción de ácido en el estómago. Esto puede provocar acidez, irritación, inflamación y una digestión pesada, por lo que te recomendamos consumirlos con moderación o intentar productos que no contengan cafeína.
Nuestro cuerpo necesita de una nutrición balanceada que incluya una alimentación integral. Particularmente, debes cuidar que tu ingesta de agua, vitaminas, fibra y alimentos ricos en probióticos sea la adecuada.
La actividad física nos ayuda a regular muchos de los mecanismos que suceden en nuestro cuerpo. Es por ello que expertos de la Organización Mundial de Gastroenterología (WGO por sus siglas en inglés) recomiendan realizar ejercicio con intensidad leve después de cada comida.
En el caso de practicar actividades deportivas más demandantes, se recomienda realizarlas durante otros momentos. Ambas nos ayudarán a favorecer nuestra digestión y a equilibrar su funcionamiento a fin de evitar molestias.
Nuestra salud digestiva también se ve afectada por la relación existente entre cerebro e intestino, por lo que existen numerosos artículos que mencionan los efectos negativos del estrés en nuestro aparato digestivo.
Ante una situación de angustia, nuestro cuerpo libera cortisol, mismo que a su vez desata otros mecanismos que, de manera prolongada, pueden repercutir en un aumento en la acidez estomacal, sentimientos de náusea o una exacerbación de las úlceras.
Cuidarnos por dentro es la clave para llevar una vida balanceada. ¿Ya procuraste estirarte, tomar un vaso de agua o respirar de manera profunda? No olvides que estas pequeñas acciones, más todo lo que te compartimos en este artículo, suman para dar como resultado una mejor salud digestiva.
Hospital San José
Gastroenterología
81.8040.6196