La salud mental no ha dejado de ser un tema tabú en nuestra sociedad. Muchas veces pensamos dos veces antes de expresar cómo nos sentimos y cuando lo hacemos, lo decimos “jugando” para evitar ser juzgados.
Debemos tener en cuenta que nadie está exento de presentar problemas de salud mental, por lo que no debemos tomarlos a la ligera, ya que, si no se enfrentan a tiempo, pueden disminuir significativamente la calidad de vida de quienes los padecen y también de sus familias.
Si bien, son normales las fluctuaciones emocionales a lo largo de la vida, debemos tomar en cuenta que cuando estos estados de ánimo afectan de manera significativa nuestro funcionamiento y bienestar, es momento de buscar una solución.
Es por eso que, en este artículo, trataremos el tema de la salud mental, por qué es importante, cuándo reconocer que hay un problema y dónde encontrar ayuda.
De acuerdo con la Organización Mundial de Salud (OMS), la salud mental está definida como “un estado de bienestar en el cual cada individuo desarrolla su potencial, puede afrontar las tensiones de la vida, puede trabajar de forma productiva y fructífera, y puede aportar algo a su comunidad”.
Existen varios determinantes individuales, sociales y estructurales que pueden influenciar o afectar nuestra salud mental, por ejemplo, nuestro estilo de vida, circunstancias económicas, geopolíticas y ambientales, y por supuesto, los factores biológicos y antecedentes familiares.
Sin embargo, nuestra salud mental también puede cambiar con el tiempo, es decir, en nuestra vida se pueden presentar situaciones difíciles que, de alguna manera, interfieran con nuestra sensación de bienestar.
Es aquí en donde entra en la ecuación el apoyo familiar y la crianza, ya que, de acuerdo con la OMS, aunque los factores de riesgo pueden manifestarse en cualquier etapa de la vida, los que ocurren durante la etapa de desarrollo (infancia), son particularmente perjudiciales.
Pero herramientas de protección como habilidades emocionales, interacciones sociales sanas, educación, entre otros elementos positivos, ayudan a aumentar la resiliencia ante las situaciones extremas de la vida.
Las enfermedades mentales son trastornos que pueden afectar la manera en la que sentimos, pensamos y nos comportamos, y tenemos que poner especial atención cuando hay una afectación prolongada en nuestros procesos psicológicos básicos, tales como las emociones, la motivación, la cognición, la conciencia, la conducta, la percepción y el lenguaje.
A continuación, te compartimos los trastornos afectivos y de salud mental más comunes:
Algunos de estos trastornos pueden ser provocados por circunstancias del medio ambiente y otros por circunstancias internas biológicas, sin embargo, ambos casos pueden ser tratados por un profesional para mejorar significativamente nuestra calidad de vida.
Cualquier persona, de cualquier edad, está en riesgo de sufrir algún trastorno mental y unos de los factores más comunes son los traumas o experiencias de abuso, antecedentes familiares, factores biológicos como la genética o problemas químicos del cerebro y el estilo de vida, que incluye el tipo de dieta, actividad física y abuso de sustancias.
Cuando una persona presenta algún signo de trastorno mental, debe buscar ayuda para iniciar el tratamiento lo antes posible y evitar que el problema siga disminuyendo su calidad de vida. Es importante tomar en cuenta que las enfermedades mentales no tratadas pueden llegar a afectar todas nuestras áreas de funcionamiento personal, familiar y laboral.
Reconocer un trastorno mental es difícil, ya que muchas personas consideran los síntomas como parte cotidiana de la vida o la mayoría de las veces evitan acudir con un especialista por miedo o vergüenza.
Los problemas mentales forman parte de nuestra salud y siempre que tenemos un problema de salud, buscamos acudir con un especialista, por lo que, en el caso de los problemas mentales, no debería ser la excepción.
Existen varias señales que pueden indicarnos la presencia de un problema de salud mental, ya sea en nosotros mismo o en algún conocido. A continuación, te compartimos algunas de estas señales:
Si consideras que presentas alguno de estos síntomas o te preocupa la salud mental de algún conocido, consulta con un especialista, ya sea un psicólogo o un psiquiatra, para que te proporcione el apoyo y el tratamiento apropiado.
Tanto un psicólogo, como un psiquiatra, pueden tratar situaciones asociadas a los trastornos mentales cuando estas rebasen nuestra capacidad de manejarlas, por ejemplo, existen algunos problemas de salud mental que pueden abordarse únicamente con terapia psicológica y otros que requerirán apoyo de medicamentos. Esto lo definirá el profesional de la salud que te brindará la mejor opción para mejorar tu calidad de vida.
Recuerda que pedir ayuda no es sinónimo de debilidad, sino de valentía, porque estás decidiendo hacerte cargo de tu emociones en beneficio propio y de los que te rodean.
Si te gustaría lograr un cambio de estilo de vida que te ayude a mejorar tu salud, tanto física como mental, acércate a Health4life: