Las várices son un problema común, de hecho, de acuerdo con la Secretaría de Salud, del 70 al 80% de los adultos mayores a los 60 años las padecen.
Pero, más allá de lo estético, pueden ser consecuencia de un problema serio que, si no se atiende oportunamente, puede progresar con la aparición de úlceras y trombosis.
En este artículo exploraremos las várices desde una perspectiva más amplia, analizando los factores de riesgo, los síntomas y las complicaciones asociadas a esta condición.
También, conoceremos las opciones de tratamiento disponibles y la importancia de buscar atención médica adecuada al inicio de los síntomas.
Y descubriremos que las várices no solo afectan la apariencia física, sino que también pueden tener un impacto significativo en la salud y el bienestar general de las personas.
Para comprender mejor cómo funciona el sistema venoso y por qué ocurren las várices, el doctor Gerardo Lozano Balderas, angiólogo y cirujano vascular, explicó que podemos dividir la circulación en dos aspectos principales: arterias y venas.
“Mientras que las arterias transportan sangre oxigenada a todo el cuerpo impulsada por el corazón, las venas no cuentan con una bomba central que haga circular la sangre hacia arriba”.
“En cambio, el movimiento de la sangre en las venas depende de la respiración y de los músculos, especialmente en las piernas”, aclaró.
De acuerdo con el doctor Lozano, los músculos de las piernas actúan como la "bomba" del sistema venoso, al comprimir las venas con cada paso, impulsando la sangre hacia arriba, en dirección al corazón.
Además, dentro de las venas, hay válvulas que se abren y cierran para permitir que la sangre fluya en una sola dirección, hacia el corazón.
“En el caso de los pacientes con insuficiencia venosa, estas válvulas se vuelven ineficientes debido a una serie de factores, incluyendo una reacción inflamatoria que las hace más duras y dilatadas”, comentó.
Es con la dilatación y el mal funcionamiento de las válvulas se produce un reflujo de la sangre, lo que aumenta la presión en las venas de las piernas y provoca la aparición de várices.
Las várices pueden ser causadas por diversos factores, siendo el hereditario el más importante.
Según el doctor Lozano, aproximadamente el 78-80% de los pacientes con insuficiencia venosa la heredan de sus familias, pero hay otros factores que pueden contribuir como la profesión:
“Por ejemplo, aquellos que pasan mucho tiempo de pie, como los maestros, o los que pasan largas horas sentados en una oficina, tienen un mayor riesgo de desarrollar várices”, comentó.
“Cargar mucho peso y realizar actividades físicas intensas, como el fisicoculturismo, también se suman a estos factores de riesgo, aunque la herencia es el factor más relevante”, agregó.
Sin embargo, el doctor aclaró que esto no implica que todos los hijos de alguien con antecedentes de várices las desarrollarán, aunque la posibilidad es alta.
La insuficiencia venosa se clasifica en una escala del 1 al 6, y uno de los síntomas iniciales que pocos relacionan con esta condición es la comezón en las piernas.
“Muchas personas tienden a pensar que se debe a resequedad o al calor, sin embargo, la verdad es que la comezón es causada por la estasis venosa, ya que la sangre tiende a estancarse”, comentó el doctor.
“Es después que comienzan a aparecer las arañitas vasculares, que son las principales razones por las cuales los pacientes acuden a nuestro consultorio, no les gusta cómo se ven”, dijo.
Según el doctor, es aquí es cuando nos encontramos en el grado uno de la insuficiencia venosa, el punto de partida.
Asimismo, el angiólogo detalló que los síntomas son vagos, desde cansancio en las piernas, comezón y calambres nocturnos.
“A menudo, se cree que causarán dolor o dificultad para caminar, pero en las etapas iniciales no es así”, destacó.
Posteriormente, conforme progresa la enfermedad, aparecen venas más grandes y tortuosas.
“El pie comienza a hincharse y más adelante, se presentan cambios en la coloración de los tobillos y luego aparecen otras complicaciones, como úlceras o heridas crónicas, que es precisamente lo que debemos evitar”, alertó.
Contrario a lo que se cree, el especialista en cirugía vascular contó que la insuficiencia venosa no se puede revertir con medicamentos “milagrosos”, pero sí existen muchas formas de tratarla para evitar que progrese.
“Esto implica realizar algún procedimiento, como inyectar directamente un medicamento o realizar una cirugía en esa vena”.
“Aunque algunos medicamentos prometen revertir las várices, en realidad no lo logran. Se puede intentar controlar la condición, pero requiere un compromiso importante por parte del paciente”, aclaró.
De acuerdo con el doctor, lo único que ha demostrado a nivel mundial detener la progresión de la insuficiencia venosa en etapa inicial y evitar complicaciones, son las medias o calcetines de compresión.
Por otro lado, destacó que existen otros métodos como la escleroterapia, aunque éste está enfocado en el aspecto estético, para tratar las arañitas vasculares.
Pero, cuando se presenta hinchazón en las extremidades inferiores, venas tortuosas o existe riesgo de trombos, es necesario tratar el reflujo sanguíneo.
“Dependiendo de los resultados que observamos en el ultrasonido doppler, se decide si se continúa con el tratamiento conservador, utilizando calcetines y medicamentos, o si se requiere una intervención quirúrgica”, declaró.
También se siguen utilizando cirugías en las que se retiran las venas a través de incisiones en la ingle y el tobillo, aunque estas están cada vez menos indicadas.
Además de los procedimientos mencionados, también se utilizan técnicas de escleroterapia con láser y radiofrecuencia, que eliminan las venas visibles sin incisiones ni punciones en la piel.
Según el doctor Gerardo Lozano, uno de los tratamientos más novedosos es el sistema VenaSeal, que corrige el reflujo sanguíneo mediante una punción de aguja.
El especialista explicó que este sistema no utiliza calor como otros métodos, lo que disminuye ciertas complicaciones.
“Es una cirugía ambulatoria y los pacientes pueden retomar sus actividades habituales el mismo día”, comentó.
Gerardo Lozano Balderas
Es especialista en Angiología y Cirugía Vascular por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), tiene una subespecialidad en Cirugía Laparoscópica Avanzada por el Texas Endosurgery Institute y adquirió un perfeccionamiento en Técnicas Endovasculares en el Hospital Clinic de Barcelona.
El doctor es experto en el tratamiento de várices, pie diabético, aneurisma de la aorta y periféricos, trombosis venosa crónica, úlceras crónicas y salvamento de extremidades.
El doctor Lozano es Profesor TecSalud y atiende a sus pacientes en el Instituto de Cirugía del Hospital Zambrano Hellion de TecSalud: 81.8888.0575 al 0578.