Es probable que hayas escuchado hablar de la hepatitis y de sus causas virales, sin embargo, ¿sabías que existe una forma de hepatitis autoinmune?
Aunque afortunadamente es una enfermedad poco frecuente, ya que afecta entre 10 a 15 personas por cada 100,000, puede traer consigo consecuencias serias si no se detecta y trata a tiempo.
Es por eso que, en este artículo, te platicaremos acerca del mecanismo de detonación de este tipo de hepatitis, cómo es el diagnóstico y principales métodos de tratamiento.
Lo que ocurre con la hepatitis autoinmune, como su nombre lo indica, es que el propio sistema inmunológico, que debería defender al cuerpo contra infecciones, comienza a atacar al hígado.
Esta enfermedad viene acompañada de varios factores de riesgo que aumentan la probabilidad de padecerla, por ejemplo, tener antecedentes de enfermedades infecciosas, predisposición genética y por supuesto, padecer otra enfermedad autoinmune.
De acuerdo con el doctor Alexandro Atilano Díaz, especialista en gastroenterología, las enfermedades autoinmunes tienen cierta relación entre ellas:
“El lupus, la psoriasis, artritis reumatoide, el vitíligo o incluso la diabetes tipo 1, que son consideradas como enfermedades autoinmunes, hacen más probable tener una segunda enfermedad autoinmunitaria”, comentó.
Asimismo, destacó que la hepatitis autoinmune es más frecuente en las mujeres y ocurre en dos picos importantes de la vida: entre los 20 y 30 años, y entre los 50 y 60.
En nuestro cuerpo y nuestros órganos existen células que tienen una función protectora y reparadora.
En el hígado tenemos unas células que se llaman las células de Kupffer que son como una especie de policía y sistema de recolección que merodea en busca de virus, bacterias y sustancias tóxicas.
Cuando encuentran algo que no debe estar ahí, activan el sistema inmunológico, pero en vez de terminarse y apagarse, se descontrola y continúa activo.
Según el doctor Atilano, este puede ser uno de los detonantes de la hepatitis autoinmune, sin embargo, otra causa es que hay medicamentos que también pueden detonar una respuesta inmune exagerada.
“Esto es lo menos frecuente, pero hay que tener en cuenta que el hígado es uno de los sitios principales en donde se metabolizan los medicamentos”, agregó.
Por otro lado, la hepatitis autoinmune puede tener un componente genético: “Hay ciertos genes que predisponen a los pacientes a este tipo de enfermedades, pero por lo general, vamos a necesitar un detonante”, resaltó el doctor.
Entonces, ¿cuál tiende a ser este detonante? La respuesta se puede encontrar en nuestro intestino.
El desbalance del equilibrio de la microbiota intestinal o disbiosis, tiene que ver con muchas enfermedades.
“Hay investigaciones recientes que muestran que una parte importante de las enfermedades autoinmunes tienen que ver con una falta de maduración del sistema inmunológico que comienza en nuestro intestino”, destacó Atilano.
De acuerdo con el doctor Alexandro, existen tres formas en las que habitualmente se detecta la hepatitis autoinmune.
Una de ellas corresponde a que el paciente se realizó exámenes generales por algún síntoma inespecífico como fatiga y es en esos exámenes donde detectan alteraciones.
Otra forma es cuando el paciente comienza tener de manera acelerada (en cuestión de días o semanas) daño muy profundo e importante en el hígado que lo puede conducir a falla hepática.
La tercera presentación, es aquel paciente que tiene ya datos clínicos de una enfermedad hepática crónica avanzada como lo es la cirrosis, y se investiga qué lo llevó a esa cirrosis.
Sin embargo, para confirmar el diagnóstico será necesario realizar análisis de sangre o biopsia del hígado.
“Sobre todo nos vamos a enfocar en exámenes de sangre para verificar los anticuerpos que pudieran indicarnos que es una hepatitis autoinmune y no una viral”.
“El diagnóstico final o la confirmación del diagnóstico lo logramos a través de una biopsia, también para determinar el grado de daño hepático”, aclaró el doctor.
En el caso de la hepatitis autoinmune, es una enfermedad crónica, pero controlable a través del tratamiento.
El tratamiento consiste en la combinación de dos medicamentos que permiten modular la respuesta del sistema inmunológico.
“Siempre le aseguramos al paciente que no vamos a suprimir su sistema inmunológico, sino solo tranquilizar”.
“Sabemos que estos medicamentos no están exentos de efectos secundarios, pero los conocemos y monitoreamos bien al paciente para lograr un buen control de la enfermedad”, compartió Atilano.
De la misma manera, el doctor comentó que, en el caso de algunos pacientes, después de varios años de estar en tratamiento y en buenas condiciones, se realiza la prueba de retirar el medicamento por algún tiempo o bajar las dosis.
Cabe destacar que no todos los casos de hepatitis autoinmune terminarán en un trasplante hepático, solamente en casos extremos, cuando el hígado está muy dañado, es cuando se puede considerar el trasplante.
Alexandro Atilano Díaz
Es médico internista con especialidad en gastroenterología y endoscopía digestiva. Es experto en el tratamiento de enfermedades como cirrosis, enfermedad de Crohn, colitis ulcerativa, reflujo gástrico, hepatitis C y hepatitis autoinmune.
Es miembro de la Sociedad de Gastroenterología de Nuevo León, de la Asociación Mexicana de Gastroenterología y la Asociación Americana de Gastroenterología.
El doctor es Profesor TecSalud y realiza sus consultas en el Instituto de Salud Digestiva ubicado en el Hospital San José. Para programar una consulta llama al 81.8040.6193.