El choque cardiogénico puede ser considerado como la fase final de descompensación de la función del corazón, que es la de bombear sangre.
Esto ocasiona que la sangre no llegue adecuadamente a otros órganos como el cerebro, hígado, pulmones, tejidos y músculos, provocando un rápido deterioro en todo el organismo.
Existen varias razones por las que puede ocurrir un choque cardiaco y en este artículo te contaremos cuáles son.
Asimismo, abordaremos la estrategia de TecSalud para detener este espiral de caída que pone en riesgo la vida de una persona que sufre de esta situación de emergencia.
El infarto es la causa más frecuente del choque cardiogénico, sin embargo, de acuerdo con el doctor Vicente Jiménez, cardiólogo intervencionista de TecSalud, hay otras causas que también provocan una función baja de corazón.
“Infecciones de las vías respiratorias que ocasionan inflamación en el corazón, cardiopatías por estrés e incluso herencia genética, pueden ser causas de un choque cardiaco”.
“Aunque las personas pueden mantenerse estables durante varios años con una función de bombeo disminuida, en cualquier momento puede provocar una disfunción súbita”, comentó.
En cuanto al infarto como causa principal, puede debilitar al corazón y más aún si el flujo sanguíneo no se reestablece lo más pronto posible.
Es por eso que cada minuto cuenta cuando una persona presenta un infarto, porque entre más tiempo pase, hay más daño en el corazón, abriendo la posibilidad de presentar choque cardiogénico.
“Mientras más rápido actuemos, vamos a procurar mantener viable el tejido del corazón. Todas las estrategias de atención tienen que ser rápidas, consensuadas y organizadas”, dijo el doctor Vicente.
Cabe destacar que el choque cardiogénico es una “complicación” de una enfermedad, es decir, es una consecuencia grave derivada de algún otro padecimiento.
Enfermedades como la hipertensión, obesidad y diabetes, así como el sedentarismo y el tabaquismo, son factores de riesgo para padecer un infarto y consecuentemente, debilitar el corazón hasta entrar en choque.
“Si no controlamos los factores de riesgo, tarde o temprano presentaremos un evento que va a descompensar la capacidad de nuestro corazón”, advirtió el doctor Jiménez.
Por eso, según el doctor, es importante llevar un estilo de vida que incluya actividad física, una buena nutrición, nivelar la presión arterial, reducir el colesterol y acudir a chequeos regulares como forma preventiva.
“Es importante entender que cuando hablamos de un infarto o choque cardiaco, son complicaciones de enfermedades que se pueden prevenir”, agregó.
Actualmente, en TecSalud se cuentan con diferentes estrategias para minimizar los tiempos de detección y atención de un choque cardiogénico.
“En los últimos años hemos estado desarrollando un equipo de choque cardiogénico basado en un equipo multidisciplinario que toma decisiones de acuerdo a un algoritmo establecido en EE.UU.”, comentó Vicente.
De acuerdo con el doctor, es el primer equipo de choque en México que actúa de forma coordinada y toma decisiones en conjunto para mejorar la sobrevida de los pacientes.
“Hay especialistas en terapia intensiva y cirugía cardiovascular, atención en emergencias, perfusionistas y expertos en el manejo de dispositivos de circulación cardiopulmonar”, agregó.
De esta manera, el objetivo es que en menos de 60 minutos se reestablezca el flujo de sangre y mejorar el pronóstico del paciente infartado y en choque.
Considerando que el choque cardiaco es el estadío final de una descompensación del corazón provocado, en su mayoría, por un infarto, es importante aprender a reconocer las señales de alerta.
“Los síntomas típicos son la presión en el pecho y dolor que se extiende a la mandíbula, brazos y espalda”, comentó Jiménez.
Según el doctor, estos síntomas pueden ocurrir con el esfuerzo, pero también en reposo, y pueden estar acompañados de mareos, falta de aire y sudoración excesiva.
“En estas situaciones es mejor exagerar que subestimar y la recomendación es siempre acudir al hospital”.
“Ahí, los especialistas se encargarán de determinar si el paciente está sufriendo un infarto y en cuál estadío se encuentra”, explicó.
Por eso, es importante que recuerdes que todo dolor de pecho es un infarto hasta demostrarse lo contrario.
“La mortalidad de un choque cardiogénico sigue siendo del 50%, pero si lo tratamos a tiempo y siguiendo las guías establecidas, podemos mejorar la sobrevida al 70%”, concluyó el doctor.
Vicente Jiménez Franco
Es médico cirujano con especialidad en cardiología clínica y subespecialidad en cardiología intervencionista.
Ha participado en más de 30 investigaciones y publicaciones médicas enfocadas en Cardiología. Además, ha compartido sus conocimientos y experiencia en más de 20 congresos médicos alrededor del mundo.
Actualmente, es Profesor TecSalud y líder clínico del equipo de Choque Cardiogénico en la misma Institución. También, es miembro del Instituto de Cardiología y Medicina Vascular del Hospital Zambrano Hellion: 81.8888.0501.