Tres pasos para empezar a mejorar tu estilo de vida

Durante mucho tiempo la medicina se enfocó en tratar enfermedades en vez de prevenirlas. Se desarrollaron fármacos para aliviar dolores, dejando a un lado la importancia del estilo de vida como factor principal para evitar el desarrollo de esas enfermedades.

Sin embargo, más allá de una pastilla o de un jarabe, el abordaje holístico de los padecimientos supone una apuesta mejor para lograr el bienestar de las personas. Por ejemplo, a través de cambios en la dieta, hábitos y movilidad, se puede obtener una mejoría radical en la salud.

Hoy en día, podemos asegurar que muchas de las enfermedades a las que estamos expuestos tienen que ver con nuestro estilo de vida. Y aunque se ha tratado de "tapar" estas enfermedades con fármacos, cada vez más está demostrado que llevar hábitos saludables nos trae mayores beneficios.

Aunque para muchos puede ser intimidante transformar el estilo de vida porque requiere de cambios drásticos y difíciles, a través de pasos pequeños podemos empezar a mejorar nuestros hábitos, y poco a poco se verán reflejados en una mejor calidad de vida. A continuación, te compartimos tres de ellos.

 

1. La importancia de dormir bien

El sueño reparador es tan esencial para una vida sana como la buena alimentación o el ejercicio. Está demostrado que dormir previene el riesgo de enfermedades cardiacas y la obesidad, y además, tiene un impacto directo en nuestro sistema neurológico: una buena calidad de sueño ayuda a nuestra memoria y a retrasar o prevenir el Alzheimer o la demencia.

Empezar a cambiar nuestros hábitos de sueño puede ser tan sencillo como limitar las horas que pasas frente a pantallas o tratar de bajar nuestro ritmo un poco más temprano de lo habitual. Para ello, es recomendable leer un libro antes de dormir, hacer una meditación nocturna, o cualquier otra actividad que pueda inducir el sueño.

 

2. Actitud positiva para manejar el estrés

Para cumplir con sus funciones, nuestro organismo utiliza energía que no es infinita. Cuando sentimos estrés, todo nuestro “presupuesto energético” se gasta en una reacción natural de huida o defensa, lo que les quita energía a otros sistemas, que en ese momento, se consideran “de lujo” o no primordiales. Por ejemplo, la falta de energía puede afectar a las hormonas, a la reparación del músculo o al funcionamiento del sistema inmune y digestivo.

Esto empeora aún más cuando se trata de estrés cronificado, el cual está presente la mayor parte del día. Conforme sube el nivel de estrés y se roba energía a otros órganos, a largo plazo esto provoca su deterioro y el desarrollo de enfermedades.

Ante este problema es muy importante tratar de mantener una actitud positiva para equilibrar la energía entre todos los órganos y sistemas. Para ello se recomienda convivir más con la familia y amigos, hacer yoga en casa o escuchar música tranquilizante.

 

3. Incrementa tu nivel de ejercicio gradualmente

Uno de los principales hábitos para mejorar nuestro estilo de vida es la actividad física, ya que ésta baja nuestras hormonas del estrés y mejora nuestro sistema cardiaco, entre otros beneficios. Sin embargo, es quizá también el paso que resulta más intimidante para las personas.

Un error muy grande que se comete al intentar incorporar o incrementar nuestro nivel de ejercicio es pensar que debemos ser muy activos. Sin embargo, estas actitudes de “todo o nada” no son sostenibles y llevan a que las personas abandonen completamente la actividad física.

Aunque las primeras incomodidades de empezar a hacer ejercicio no se pueden evitar, es importante empezar con cambios pequeños en nuestra rutina. Esto nos llevará a construir nuestra capacidad física y tolerancia al ejercicio, así como la confianza en nosotros mismos.

Por ello, es recomendable que si no estás acostumbrado al ejercicio, empieces por caminar alrededor de treinta minutos al día, tres veces a la semana. En caso de que no puedas salir de casa, existen muchos ejercicios para principiantes en internet aptos para realizarlos desde tu habitación.

Nueva llamada a la acción

Ya que a partir de los treinta años se empieza a perder un poco la masa muscular, las indicaciones para personas mayores de esta edad pueden ser un poco diferentes. Aunque, como ya se mencionó, la caminata y el cardio son muy valiosos, se debe priorizar los ejercicios de fuerza. Si empezamos a realizarlos desde una edad temprana, durante nuestra vejez podremos ser físicamente más independientes.

 

Nuestro estilo de vida tiene un impacto directo sobre nuestra salud, por lo que es importante hacer cambios positivos en nuestros hábitos diarios. Para lograrlo, te compartimos algunos pasos sencillos que te ayudarán a crear hábitos saludables.

Recuerda que la clave para mejorar nuestro estilo de vida está en irnos acostumbrando a sentirnos bien y, aunque en un principio puedan parecer cambios insignificantes, sus beneficios se verán reflejados en una buena salud y calidad de vida.

Contacto:
Instituto de Medicina Interna
Hospital Zambrano Hellion
Teléfono: 81.8888.0000 ext. 5403

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