La alimentación con leche materna tiene beneficios cuando se ofrece de forma exclusiva durante los primeros 6 meses de vida y con alimentos durante al menos dos años, hasta que se sustituya la leche materna por otros nutrientes.
Este proceso de retiro paulatino de la lactancia se llama “destete” y tiene una duración variable, desde algunos días hasta meses.
La iniciativa de dejar el seno materno debe ser tomada por el infante, la madre o ser una decisión de ambos.
Un niño comenzará a auto-destetarse entre los 2 y 4 años, rara vez lo hará antes de los 12 meses, y puede haber regresión en caso de una crisis o cambio importante (una enfermedad, mudanza, la muerte de un familiar, entre otros).
El destete puede resultar en una etapa emocional, al interpretarse como el fin de una relación especial entre la madre y su hijo, no solamente como la transición de un alimento por otro, por lo que el sentimiento de tristeza puede surgir.
¿Cómo se lleva a cabo?
Se debe evitar suspender abruptamente la lactancia, para evitar la congestión mamaria: una complicación que vigilamos de cerca durante este período.
Dependiendo de la edad del niño, se puede destetar a biberón o vaso, teniendo este último menos implicaciones dentales relacionadas: nunca debes dejar a un niño dormir con un biberón.
La mejor forma de destetar es prolongar el tiempo entre las tomas u ofrecer una toma menos cada 3-5 días. Es posible destetar al niño durante el día y continuar lactando por la noche, pues la última toma previa a dormir es usualmente la última en retirar.
¿Qué pasa una vez que se logra el destete?
Después del destete, es esperado que las mamas se reduzcan, volviendo al tamaño previo al embarazo, aunque la mayoría de las mujeres tendrán pechos discretamente más grandes.
La leche se dejará de producir, pero puede haber excreción de algunas gotas que se extraen fácilmente de forma manual. A medida que se produce menos leche, la ingesta calórica debe disminuir para mantener un peso adecuado.
Toda mujer debe sentirse orgullosa de haberle ofrecido lactancia a su hijo, sin importar la duración, sabiendo que le ha otorgado un gran inicio a una vida saludable. La clave es la paciencia y el fruto de todo el esfuerzo dura para siempre.
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