¡Sé la mejor mamá ! 7 consejos para el balance entre familia y trabajo

¡El balance entre la vida familiar y la profesional es más que posible! Es una tarea pesada, pero ejercer y disfrutar tu maternidad no significa que tu carrera profesional corra peligro, ni viceversa. El balance no es imposible, aunque sí requiere esfuerzo; la clave está en establecer prioridades, generar un plan y ser disciplinada.

En este artículo te hablaremos de 7 consejos prácticos para encontrar el balance entre tu vida familiar y laboral. Estos consejos son compartidos por madres de familia, que además llevan una vida laboral exitosa. Esperamos que estos consejos te ayuden a encontrar y mantener ese balance que tanto buscas.

 

1. Establece tus prioridades

Sabemos que muchos aspectos de tu vida son importantes y que, de tener tiempo, le darías a todos especial atención. Sin embargo, las horas del día no alcanzan, así que debes establecer prioridades. Para ordenar todos los aspectos de tu vida en una lista de prioridades, debes pensar qué es más importante para ti.

Por ejemplo, tu trabajo puede traerte satisfacción, éxito laboral y económico, pero tu presencia en casa, con tu pareja y/o hijos, es única: el amor que cultiva a tu familia es invaluable, entonces no habrá mucho espacio para otra actividad. Tal vez la cenita con amigas no será tan frecuente como antes, tu membresía al gimnasio caduque y no sientas ganas de renovarla, tu último hobbie haya quedado en el cajón o tus plantas estén marchitándose. No te estreses, hay prioridades y lo estás haciendo bien.

Habrá momentos en que los niños estén dormidos o en la escuela, hayas terminado tus pendientes del trabajo, tengas todo en orden en casa y encuentres oportunidad de quedarte viendo toda una temporada de la serie si así lo deseas, salir a una cita con tu pareja como cuando eran novios, un girls night out o ponerte una mascarilla y hacerte pedicure.

 

2. Lleva una agenda u organizador

Como madres trabajadoras tenemos muchos pendientes en la mente y cosas que debemos hacer, pero el mommy brain no perdona: ¡no dejes estos recordatorios solo en tu mente! Lleva una agenda electrónica o física en la que anotes todos tus pendientes, citas y actividades. Llevar un código de color para marcar aquellas actividades urgentes, importantes, o no tan esenciales te ayudará a decidir en el momento cuál pendiente puede esperar.

 

3. Habla de lo que necesitas y aprende a delegar

No somos superhéroes. A veces necesitamos ayuda y las personas a nuestro alrededor no leen la mente, así que ¡hablemos de lo que se requiere! Por ejemplo, ¿necesitas que tu colega te cubra una hora para ir a una junta del colegio? ¿Debes llegar tarde al trabajo para llevar a tus hijos al colegio? Platícalo y negocia las condiciones.

Además, habrá ocasiones en que necesites ayuda directa en tu trabajo o con tus hijos. ¡Domina el arte de delegar! Es muy difícil hacerlo todo tú sola, así que aprende a dejar que los demás hagan algunas cosas que aligeren tu carga.

 

4. Comienza el día más temprano

Este consejo funciona para cualquier persona, por más duro que nos sea admitirlo. Despertar más temprano nos da más tiempo útil. Te da tiempo de tomar un baño, arreglarte, estudiar, hacer ejercicio, terminar pendientes, preparar comida, planear el día, o simplemente meditar o ver el amanecer.

Poner tu mente y cuerpo en marcha, te ayudará a tener un día lleno de energía y éxito. Recuerda que puede parecer un sacrificio, pero en realidad es una oportunidad para cuidar de ti.

 

5. Habla con tu jefe

Tu jefe supo al contratarte que también estaba contratando a una madre, por lo que debe entender y simpatizar con tus responsabilidades fuera del trabajo, apoyándote en todo momento. Es probable que sepa que algún día necesitarás un permiso para ir al médico, a una cita en la escuela o para atender algún incidente. Por ello, habla con tu jefe para negociar un acuerdo por si llega el día en que necesites un permiso. Así, cuando lo necesites, podrías proponerle continuar tu trabajo en home office, modificar una fecha de entrega, acudir en días alternos o distintos turnos.

 

6. Aprende a hacer más de una cosa a la vez

Como mamás, el arte del multitasking es algo que perfeccionamos. Te recomendamos que aprendas a usar los pequeños momentos que tengas libres en tareas cortas, como limpiar la cocina, regar las plantas o pagar recibos. Además, si estás trabajando desde tu casa, puedes intentar tomar juntas mientras cocinas, poner una carga de lavadora mientras ayudas a tus hijos con la tarea, barrer mientras escuchas un audio libro, etc. Solo recuerda respetar tus prioridades y si algo necesita de especial atención, centrarte en ello.

 

7. Acepta que a veces debes descansar y cuidarte

Para muchas madres trabajadoras, este es el consejo más difícil de aplicar, pero debemos aceptar que no somos de piedra, y que el cansancio físico y mental puede atrasar nuestro progreso y afectar nuestros resultados. Es por esto que debes cuidar de tu salud física y mental, y darte un merecido break de vez en cuando. Detente, descansa y pon en perspectiva lo que estás haciendo y lo que deberías hacer. Esta pausa, además de permitirte relajarte, te ayudará a ver la situación con más claridad, ser más objetiva y analizar cómo puedes llegar a un resultado exitoso.

 

¡Ahí lo tienes! Siete consejos prácticos que esperamos que te ayuden a balancear tu vida familiar y profesional. Recuerda que este balance se obtiene mediante la práctica, la comunicación con tu familia, y la disciplina y dedicación. Sabemos que es retador, pero lograr ese balance entre el trabajo y la maternidad es una tarea que no cualquier mujer es capaz de llevar.

Recuerda que eres más que una mamá, eres más que una profesionista, eres más de lo que piensas y, aunque a veces pareciera que nadie nota tu esfuerzo, nosotros te vemos, te celebramos y tus hijos están aprendiendo mucho de tu gran ejemplo como mamá trabajadora: ¡felicidades!

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