Publicado: Apr 27, 2022 10:24:15 AM
Los bebés dependen completamente de sus padres, y a una edad muy temprana, la manera en la que se comunican con ellos es por medio del llanto.
Ya sea porque tienen hambre o sueño, o porque les duele algo, los bebés, en especial los recién nacidos, pueden llegar a llorar hasta dos horas al día para comunicar sus necesidades.
Sin embargo, los llantos constantes hacen creer a los padres que tienen un bebé exigente, que demanda su atención en todo momento, pero ¿qué tan cierto es esto? ¿Realmente existen bebés exigentes o de alta demanda?
¿Por qué lloran los bebés?
Aunque es difícil saber a ciencia cierta por qué lloran los bebés en un momento dado, es importante tratar de buscar indicios de cuál pueda ser la causa de su llanto, ya que algunas de ellas pueden ser señal de un problema que necesite atención médica.
- Tu bebé tiene hambre: la causa más común por la cual lloran los bebés es porque están hambrientos y quieren llamar la atención de sus madres. Es útil llevar un registro de las horas de alimentación y buscar signos tempranos de hambre, como el chasquido de labios o llevarse los puños a la boca.
- Tu bebé tiene frío o calor: Para evitar esto, asegúrate de vestir a tu bebé apropiadamente y con las mismas capas de ropa que tú usas para estar cómodo.
- Tu bebé está mojado o sucio: Cuando un bebé llora, los padres suelen revisar primero su pañal para asegurarse de que no sucio o mojado.
- Tu bebé está aburrido: Aunque pueda parecer extraño, los bebés, incluso los recién nacidos, pueden llegar a aburrirse, y por ello, empezar a llorar. Una buena idea es cantarles o tararearles una canción en voz baja para estimularlos.
Bebés inquietos o “exigentes”
Aunque el llanto frecuente es normal, hay ocasiones en las que los bebés pueden volverse más inquietos que de costumbre. Cuando esto ocurre, existen distintos consejos que los padres pueden seguir para calmar a sus bebés.
Aunque puede que algunos no funcionen al principio, con paciencia y práctica podrás descubrir qué funciona y qué no para tu bebé.
- Envuelve a tu bebé en una manta grande y delgada para que se sienta seguro.
- Después de alimentarlo, sostén a tu bebé en tus brazos. Coloca su cuerpo sobre su lado izquierdo para ayudar a la digestión y frota suavemente su espalda. Si tu bebé se va a dormir, recuerda siempre acostarlo boca arriba en la cuna.
- Enciende un sonido relajante, ya que esto puede recordarle a los sonidos que escuchaba cuando estaba dentro del útero y hacerlo sentir seguro. Incluso, se puede usar un dispositivo de ruido blanco, el zumbido de un ventilador o la grabación de un ritmo cardiaco.
- Camina con tu bebé en un portabebés o mécelo. Los movimientos calmantes recuerdan a los bebés los que sentían en el útero.
- Lleva un diario donde registres cuándo tu bebé está despierto, dormido, comiendo y llorando. Incluye cuánto tiempo le toma a tu bebé comer o si tu bebé llora más después de comer. Habla con su pediatra acerca de estos comportamientos para ver si su llanto está relacionado con dormir o comer.
¿Cuándo buscar atención médica?
Además de las ya mencionadas, existen otras razones por las que puede llorar tu bebé que tal vez requieran ser evaluadas por un especialista.
Si sospechas que tu bebé es sensible a algún alimento y que esto sea lo que provoca su malestar e inquietud, un cambio en su dieta puede ayudar. Para ello, es importante acudir con su pediatra para una valoración médica.
Algunos bebés tienen síntomas de reflujo gastroesofágico y la irritabilidad puede confundirse con un cólico. Comunícate con un médico si tu hijo está irritable después de comer, si escupe o vomita en exceso o si está perdiendo o aumentando de peso muy rápido.
Si tu bebé llora mucho y nada lo puede calmar, revisa su temperatura corporal. Si tiene menos de dos meses y presenta fiebre, llama a un médico de inmediato.
El llanto es la principal forma en la que los bebés se comunican con sus padres. Sin embargo, aunque suele ser por hambre o algún malestar físico, el llanto excesivo puede parecer que los bebés sean inquietos o exigentes.
Aunque existen maneras muy sencillas para tranquilizarlos, mantente siempre alerta de cualquier señal que pueda indicar un problema más grave que deba ser atendido por un especialista.
Contacto
Instituto de Pediatría
Teléfono: 81.8888.0000 ext. 5504 y 5505