Publicado: Jul 6, 2023 12:08:54 PM
Muchos padres pasamos por la etapa en la que nuestros hijos no quieren comer nada. Es algo muy común que puede iniciar como el rechazo a una verdura como el brócoli y acabar en que nuestro hijo no quiera comer nada más que un mismo tipo de alimento todos los días.
Este rechazo refleja una respuesta que es muy normal en el desarrollo de los niños y por la que la mayoría atraviesa. Así que no te frustres, ya que con una buena comprensión de lo que sucede y un buen abordaje para solucionarlo, esta fase de tu hijo pasará enseguida.
En este artículo te hablaremos de porqué tu hijo puede estar rechazando la comida, así como de una serie de consejos para lograr que deje esta fase atrás y un par de consideraciones de qué no hacer ante este comportamiento.
¿Por qué mi hijo no quiere comer?
El rechazo a la comida es una parte normal del desarrollo de los niños que tiende a suceder alrededor de los dos años de edad. Este rechazo está basado en una respuesta aversiva (de miedo) básica evolutiva.
Los niños muestran este miedo al rechazar comida que parezca diferente o nueva, porque su color, tamaño, olor o textura no parece “segura”. Mientras los niños comienzan a desarrollar sus sentidos, también empiezan a escudriñar sus alimentos.
El miedo a la comida desconocida es una respuesta evolutiva que se cree que se desarrolló para asegurar que nuestros ancestros no comieran cosas que pudieran ser venenosas.
Además de que en esta etapa su paladar detecta más los sabores, principalmente el sabor amargo de las verduras y por ende las rechazan, prefiriendo lo dulce que por lo general es un sabor que a la mayoría les gusta.
Es por esto que, como cualquier respuesta evolutiva, es muy difícil de ignorar, sobre todo por los niños pequeños que están guiados por instintos y reflejos.
Asimismo, existen otras razones triviales por las cuales tu hijo podría no querer comer, como:
- Falta de hambre
- Preferencias por otros alimentos
- Enfermedades comunes como dolor de garganta o dolor de estómago
- Tener un mal día
- Comer en exceso otros alimentos como leche
- Consumir a lo largo del día alimentos con exceso de azúcar (ej. jugos, golosinas, galletas)
Ahora, si bien es completamente normal que tu hijo pase por esta fase de rechazo a la comida, no es algo que debas ignorar porque puede convertirse en un hábito que dure toda su vida, llevando en un futuro a problemas nutricionales.
Este periodo de rechazo de alimentos puede dejarse atrás, pero se necesita perseverancia. Debes seguir exponiendo a tus hijos a los alimentos que están rechazando para que se familiaricen con ellos y poco a poco los vayan incorporando a su dieta.
Tips para que tu hijo coma
Para que tu hijo deje esta fase atrás, tendrás que ser paciente y comprensivo. No puedes forzarlo a comer, pero puedes prepararle alimentos nutritivos, fomentar hábitos alimenticios sanos y hacerle pasar un buen rato durante cada comida.
- Procura que la hora de la comida sea un momento agradable del día. Si la hora de la comida es agradable, tu hijo lo asociará con un momento bueno del día y es probable que lo espere con ganas. Trata de evitar cualquier situación negativa como regañarlo o forzarlo a comer.
- Haz porciones de comida adecuadas a su edad. Sírvele en un plato grande la cantidad de comida que necesita en función de su edad. Es probable que ver poca comida lo haga pedir más.
- Ofrece comidas en distintas formas, mezclando lo viejo con lo nuevo. Haz comidas con distintas formas, pon la comida en su plato de forma creativa, sírvele nueva comida junto a su comida favorita. Esto puede hacer que probar otros alimentos sea más fácil para él.
- Sé paciente y no lo presiones. Ofrécele la nueva comida varias veces. Estudios científicos han evidenciando que ofrecerle la misma comida por 10 veces, aunque no se la coma, ayuda a que el niño se familiarice con este alimento y se anime a probarlo. ¡No te rindas!
- Deja que tu hijo te ayude a elegir la comida en el supermercado. También pídele que participe en distintos aspectos de la hora de la comida, cómo preparar la mesa.
- Ofrece opciones. En lugar de forzar a que tu hijo coma cierto alimento, como un vegetal, ofrece entre dos o tres opciones.
- Reserva la hora de la comida para pasar tiempo en familia y comer. No dejes que tu hijo coma solo. Evita distraerlo con juguetes, televisión, libros o cualquier pantalla a la hora de comer. Muéstrale que es bueno comer juntos en familia.
- Sé un buen ejemplo para tu hijo. Si tu hijo te ve comiendo una variedad de alimentos sanos, lo más probable es que quiera comerlos como tú. Demuéstrale que la comida es segura a través del ejemplo.
Sigue estos consejos y verás el cambio en la actitud y percepción de tu hijo hacia la comida.
Recuerda que tu hijo es nuevo en este mundo por lo que es completamente normal que necesite adaptarse a toda la variedad de alimentos que existen, edúcalo con paciencia, comprensión y amor.
Para considerar: qué no hacer
Los padres tenemos un rol importante en alentar a nuestros hijos a comer. Si bien hay muchas cosas que podemos hacer para animarlos a comer, también hay cosas que definitivamente no debemos hacer:
- No fuerces a tu hijo a comer. Si tu hijo ya no tiene hambre, debes permitirle dejar de comer. Permitirles elegir cuándo dejar de comer les enseña cómo escuchar a sus cuerpos y a tomar decisiones saludables sobre la comida.
- No castigues o sobornes a tu hijo para que coma. Los castigos y las recompensas tampoco son buena idea, ya que puede causar problemas de poder. Darles recompensas puede hacer que luego busquen tratos y negociaciones para obtener más recompensas.
- No le muestres a tu hijo que estás preocupado por su rechazo a comer. Puede que tu hijo esté buscando atención, y si le muestras preocupación puede que llene esta necesidad. Esto puede hacer que sigan comportándose así para obtener más atención tuya.
- No des a tu hijos los alimentos que sí acepta (ej. jugos, golosinas, panecillos) bajo el pensamiento “con tal de que coma algo”.
El rechazo a la comida es una respuesta normal durante el desarrollo de los niños, y la mayoría pasa por esta etapa. La razón de que tu hijo no coma puede ser porque siente una aversión a nuevos alimentos.
Trata este miedo a lo nuevo con paciencia y perseverancia, a través de la formación de buenos hábitos alimenticios.
También, es importante que, si notas que el crecimiento de tu hijo está afectado o ralentizando debido a su rechazo a la comida, acudas con su pediatra. ¡Cuida a tus hijos a través de una alimentación equilibrada!
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