Publicado: Oct 13, 2025 5:30:36 PM
El nacimiento de un bebé despierta emociones profundas y suele venir acompañado de grandes desafíos, particularmente para los papás primerizos.
Cada familia enfrenta esta etapa de manera única, adaptándose a los cambios y aprendiendo día a día.
Y como bien señaló la Dra. Mildred Olvera, pediatra y consultora certificada en lactancia materna, “la experiencia inicial puede ser tan emocionante como desafiante".
Por eso, con el objetivo de acompañarte en la primera etapa de vida de tu bebé, en este artículo te compartimos una breve guía práctica para que cuides de su higiene, con el respaldo de la evidencia científica más reciente.
El primer baño
En el pasado, bañar al recién nacido apenas unas horas después del parto era una práctica común. Hoy, sin embargo, las recomendaciones han cambiado.
La Dra. Olvera explicó que lo ideal es esperar al menos 24 horas antes de realizar el primer baño.
“En ese periodo, el bebé comienza a desarrollar su microbiota cutánea, una barrera natural compuesta por bacterias beneficiosas que lo protegen frente a agentes externos”, compartió.
También, señaló que, al nacer, la piel del bebé está recubierta por el vérnix caseoso, una sustancia blanca con textura cremosa.
“Cumple funciones esenciales como mantener la temperatura corporal, hidratar la piel y ofrecer protección frente a posibles infecciones”.
“Esperar al menos 24 horas antes del primer baño permite que el vérnix cumpla su función y que la piel del recién nacido se adapte de manera óptima al nuevo entorno”, explicó.
La frecuencia del baño
Después del primer baño, es común preguntarse con qué frecuencia debe bañarse un bebé. Aunque muchas personas creen que un baño diario es lo adecuado, la realidad es diferente.
Según datos de UNICEF, bañar diariamente a un recién nacido no es lo ideal, ya que su piel es muy delicada y puede provocar resequedad o irritaciones.
“La recomendación general es bañar al bebé cada tercer día, salvo en climas muy cálidos donde el sudor y el calor puedan generar incomodidad”, señaló la doctora.
También, advirtió que, si los adultos sentimos calor, el bebé probablemente también lo sienta, por lo que la frecuencia del baño debe adaptarse al entorno.
Asimismo, destacó la importancia de limpiar cuidadosamente los pliegues del cuerpo del bebé (cuello, axilas, o ingles) y secar bien para prevenir la aparición de hongos e infecciones.
En cuanto al uso de productos después del baño, recomendó optar por opciones neutras, sin fragancia ni alcohol, preferentemente formuladas por líneas dermatológicas.
“No todo lo que dice para bebé es realmente seguro”, advirtió la especialista.
La temperatura del agua
Además, la Dra. Olvera compartió una recomendación importante sobre la temperatura del agua:
“Debe sentirse tibia al contacto con la parte interna de la muñeca o el codo. Si en esas zonas no se percibe caliente, entonces es segura para el bebé”.
Alertó que las quemaduras por escaldaduras son de las lesiones más frecuentes en niños, por lo que verificar la temperatura del agua es fundamental para prevenir accidentes.
Cuidados del cordón umbilical
Otra práctica que ha cambiado significativamente en los últimos años es el cuidado del cordón umbilical.
“A diferencia de lo que se hacía antes, hoy se recomienda mantenerlo seco y limpio, sin aplicar pomadas ni utilizar fajeros”, explicó Olvera.
Añadió que el cordón suele desprenderse de manera natural entre una y dos semanas después del nacimiento y cualquier producto o prenda que genere humedad puede retrasar su caída.
Asimismo, mientras el cordón no se haya caído, la doctora sugirió bañar al bebé con esponja, evitando sumergirlo en la tina para no mojar la zona umbilical.
Por otro lado, “una vez que el cordón se desprende, es normal observar unas gotas de sangre o una secreción amarilla”.
“Pero solo si se presenta enrojecimiento, inflamación, mal olor o calor en la zona, es cuando sería importante acudir al médico, ya que podría tratarse de una infección”, expresó.
Pañal y limpieza del área genital
Respecto a la limpieza del área genital o fecal, la doctora Mildred Olvera señaló que lo ideal es utilizar toallitas sin fragancia, esponjas suaves o agua con algodón, ya que son opciones más gentiles para la piel del recién nacido.
“Tanto en niñas como en niños, la higiene debe hacerse siempre de adelante hacia atrás para evitar infecciones”, indicó.
Subrayó la importancia de prestar atención a los pliegues de la piel, asegurándose de que no queden restos de materia fecal, lo cual también puede causar irritaciones o infecciones si no se limpia correctamente.
Finalmente, en relación con el uso del pañal, destacó la importancia de mantener la zona limpia y seca para prevenir irritaciones y rozaduras.
“No se recomienda el uso de talcos ni remedios caseros como la maicena, ya que pueden contener sustancias irritantes o resultar perjudiciales para el bebé”, resaltó.
Por el contrario, en caso de rozaduras o irritación, las cremas de barrera con óxido de zinc o vaselina son las más recomendadas para proteger la piel del bebé.
Dra. Mildred Olvera
La Dra. Mildred Olvera es especialista en pediatría por la Escuela de Medicina y Ciencias de la Salud del Tecnológico de Monterrey y consultora internacional certificada en lactancia materna IBCLC. Actualmente atiende a sus pacientes en la Clínica de Atención Primaria Valle Poniente de TecSalud.