Ya se acerca la Navidad, pero… ¿Qué le regalo a mis hijos?

Ya se acerca la Navidad y lo que debería ser una temporada de alegría y felicidad, parece que para muchos papás no lo es, porque entre todas las cosas que tienen que preparar para esta época del año, se cuela el estrés de comprar los regalos.

Seguramente en muchos hogares ya está puesto el pino, se desempolvaron todas las decoraciones que ya adornan las casas y probablemente, algunos papás ya tienen muchos de los regalos o ya los ordenaron por internet y están a punto de llegar.

Pero, ¿te has preguntado si estos regalos realmente aportarán algún valor para los pequeños? Ya que lo que menos queremos es que se vayan acumulando en sus cuartos año con año y llegue un momento en el que ya no sepas qué hacer con ellos.

Por tal motivo, en este artículo te compartiremos algunas recomendaciones para que le regales a tus hijos cosas que los ayuden a ser más creativos, a desarrollar sus habilidades, a compartir experiencias y que verdaderamente valgan la pena.

Una estrategia que te puede funcionar

Quién no recuerda aquellas mañanas de Navidad, en la que nos levantábamos con la ilusión de encontrar regalos junto al pino y a veces, recibíamos tantos regalos que no sabíamos a qué jugar primero.

O quizás, recibíamos pocos regalos que nos gustaban mucho, pero que, al paso del tiempo, terminaban por aburrirnos. ¡Ya no queremos que suceda eso! Queremos que los niños adquieran buenas experiencias que les generen recuerdos agradables y provecho para el futuro.

Por lo tanto, te recomendamos que, en vez de comprar muñecas, carros de control remoto, video juegos y muchos otros caprichos pasajeros, pienses en solo cuatro cosas: algo que quieran, que necesiten, que puedan usar y con lo que puedan aprender.

Eso es todo, creemos que cuatro regalos son más que suficientes, de hecho, hasta puedes considerar comprar uno más para regalar a otro niño y así, le estarás inculcando a tus hijos el valor de la caridad.

A continuación, te compartimos con más detalle a qué nos referimos con cada categoría:

Algo que quieran: en este caso compraríamos una de todas las cosas que los pequeños deseen. Seguramente los niños han hecho una lista larga de objetos que quieren, pero adquirir el que les causa mayor ilusión, puede ser suficiente.

Algo que necesiten: Tú conoces a tus hijos mejor que nadie y sabes qué es lo realmente necesitan y esto puede aplicarse a cualquier aspecto de sus vidas, ya sea para la escuela, para ayudarlos a desarrollar alguna habilidad, para algún evento que tienen planeado o simplemente algo que les ayude a resolver algún problema.

Algo que puedan usar: Sabemos que los niños pequeños, lo que menos quieren, es que les regales ropa, pero en este caso, puede ser algo que disfruten ponerse y que sabes que sí lo van a usar. Puede ser algún atuendo relacionado a algún personaje que admiren o cualquier artículo que los haga sentir cómodos y seguros.

Algo con lo que puedan aprender: Puede ser desde un libro, hasta un set de química o experimentos, o incluso, aplicaciones y video juegos que los ayuden a aprender cosas nuevas, pensar y mejorar sus habilidades cognitivas. Recordemos que la infancia es la etapa clave para que los niños adquieran y comiencen a desarrollar competencias cognitivas.

Ahora, como mencionamos anteriormente, cuatro regalos son suficientes, sin embargo, te dejamos otras dos opciones más que también pueden ser útiles para los pequeños y que puedes regalar en vez de alguno de los anteriores:

Algo que los ayude a moverse: Hacer ejercicio es importante a cualquier edad y regalarles cosas que los ayude a mantenerse activos, ya sea relacionados con algún deporte o cualquier actividad recreativa, les permitirá soltar energía, fortalecer su cuerpo y ser más felices.

Algo que puedan compartir: Qué mejor que regalar cosas con las que puedan jugar con otros niños, esto les permitirá crear amistades, divertirse en grupo, fomentar el compañerismo y promover la integración.  

Opciones de regalo por edad

Ahora ya sabes qué les puedes regalar a tus hijos, sin embargo, recuerda que es importante tomar en cuenta sus edades, ya que, aunque pudiera parecer un regalo muy interesante, tal vez para su edad no lo sea del todo.

A continuación, te compartimos algunas opciones de regalo de acuerdo a los intereses de cada grupo de edad.

0 – 12 meses: Los bebés concentran su atención en colores, sonidos y movimientos, por lo que los mejores juguetes son aquellos que estimulen sus sentidos. Les gusta explorar con la boca, por lo tanto, debes evitar juguetes con riesgo de atragantamiento.

1 año: Aunque parezca curioso, en esta edad la caja puede ser más divertida que el mismo juguete, ya que las actividades de los pequeños pueden incluir ordenar cosas en fila, desordenar, sacar y guardar objetos en cajas.

2 años: En esta edad los pequeños empiezan a hablar frases simples y a interactuar con otros niños. Les gusta empujar cosas, por ejemplo, carritos, y pueden encontrar diversión con objetos de la misma casa.

3 años: Alrededor de los tres años, los niños se vuelven más independientes, es la edad en la que comienzan a ir al kínder e interactúan con otros niños. Se vuelven más verbales y hábiles para seguir direcciones.

4 años: Comienzan a disfrutar los juegos colaborativos en vez de jugar solos, les encanta crear historias, imitar a los adultos y explorar.

5 años: En esta etapa los niños son aún más sociales y comienzan a entender las perspectivas de los demás, por lo que los juegos de mesa pueden ser un regalo ideal.

6 años: En esta edad son más conscientes de los regalos, entienden cómo funcionan las cosas porque llegan a ser muy curiosos y comienzan a desarrollar el gusto por la lectura.

7 – 8 años: Ahora los niños tienen más curiosidad por explorar el mundo, están listos para lecturas más complejas, disfrutan de manualidades, construir cosas y los deportes.

Esperamos que estas recomendaciones te ayuden a tener unas celebraciones menos caóticas y que produzcan buenos recuerdos para ti y tus hijos. Recuerda que la Navidad es una época de alegría y queremos que la disfrutes sin ningún tipo de preocupación.

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