¿La carne realmente causa cáncer de colon?

De seguro has escuchado la frase “tú eres lo que comes” y ciertamente los hábitos alimentarios juegan un papel muy importante en la salud de las personas, pero ¿realmente el consumo de carne causa cáncer de colon?

Sabemos que el cáncer es muy complejo y existen diversos factores de riesgo que aumentan la posibilidad de padecerlo, desde factores de comportamiento y ambientales, hasta factores genéticos, sin embargo ¿qué tan cierto es que una dieta alta en carne roja y procesada puede provocar el desarrollo de la enfermedad?

Empecemos por la carne. La clasificación de la carne se puede dividir entre carne roja y blanca. Por un lado, la carne roja es aquella que proviene de la vaca, cordero, caballo, cerdo o buey. Mientras que la carne blanca proviene del conejo, pollo, pavo y otras aves.

Por otro lado, se encuentra la carne procesada, aquella que levanta la mirada de desaprobación de los especialistas en nutrición, de los médicos en general y organizaciones de salud. Y con justa razón, ya que la carne procesada está modificada para mejorar su sabor y prolongar la fecha de caducidad.

 

Los peligros de la carne procesada

En el 2015 la Organización Mundial de la Salud (OMS) clasificó a la carne procesada como carcinogénica para los humanos. Esto incluye al tocino, salchichas, hamburguesas y embutidos, y los coloca dentro del grupo de sustancias peligrosas para la salud junto con el tabaco y el alcohol.

¿Eso quiere decir que por ningún motivo debo consumir carne procesada? No exactamente. La OMS recomienda evitar todo tipo de carne procesada, sin embargo, si se llega a consumir, entre menos, mejor.

Aunque se sabe con certeza que el alto consumo de carne procesada es un factor de riesgo para desarrollar cáncer de colon, aún no se sabe cómo es que las sustancias químicas involucradas en el procesamiento de la carne, dan paso a la formación de los tumores.

 

¿Qué hay de la carne roja?

La carne roja definitivamente aporta nutrientes al organismo, por ejemplo, proteínas, hierro, vitamina B12, fósforo y zinc. Sin embargo, lo ideal es evitar consumirla todos los días, ya que el consumo de 100 gr al día de carne roja o de 50 gr de carne procesada (embutidos) aumenta el riesgo de cáncer de colon.

En este sentido, podemos decir que afecta más la cantidad de carne roja que consumas y también podemos agregar el grado de cocción, que el simple hecho de consumirla.

Es aquí cuando entramos en una nueva encrucijada: la carne asada. En el norte de México es común el asar carne. Llega el fin de semana y se antoja reunirse en familia o con amigos para disfrutar de la carne asada, que comúnmente es roja y por lo general, preparada al carbón.

Pero no te asustes, no se trata de evitarla, sino de hacer más saludable su consumo y no tan frecuente. A continuación, te damos algunas recomendaciones para hacerla más saludable:

  • Procura escoger cortes magros, esto es, bajos en grasa.
  • Considera carnes blancas como el pollo y el pescado.
  • Combina la carne con verduras para lograr un consumo balanceado de diversos grupos de alimentos.
  • Disminuye el consumo de bebidas alcohólicas.
  • Evita definitivamente fumar durante estas reuniones.

 

Ahora ya conoces que el consumo en exceso de algunos tipos de carne está estrechamente relacionado al aumento de riesgo de sufrir cáncer de colon.

Recuerda que en cantidades moderadas la carne no es perjudicial, pero cuando se añaden químicos y se consume en exceso, y cuando le agregas la ingesta de alcohol y llevas una dieta baja en fibra, el riesgo aumenta considerablemente.

No necesitas dejar la carne roja para estar saludable, pero limita su consumo y verás que, con el tiempo, tu cuerpo te lo agradecerá.

Contacto
Instituto de Salud Digestiva
Teléfono: 81.8048.3809

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