La visión como ventana a nuestro cuerpo

Aunque tendemos a pensar que la vista solo depende de los ojos, en realidad refleja el estado general de nuestra salud y puede verse afectada por diversas enfermedades del cuerpo.

Según el Dr. José Carlos Álvarez, especialista en oftalmología, “muchas enfermedades que podrían parecer ajenas a los ojos en realidad pueden afectar la visión de manera significativa”.

En este artículo exploraremos no solo esas condiciones, sino también cómo ciertas alteraciones visuales pueden ser señales de problemas más profundos.

Porque la visión es un todo que puede revelar mucho más de lo que percibimos a simple vista.

 

La diabetes y su relación con la salud ocular

De acuerdo con el Dr. Álvarez, las enfermedades cardiovasculares y metabólicas son las que, con mayor frecuencia, afectan la salud de los ojos.

La diabetes es la más común y una de las que más impacto puede tener en la visión”, señaló el especialista.

Explicó que uno de los problemas más frecuentes en las personas con esta enfermedad es la hinchazón de la mácula, una pequeña zona en el centro de la retina responsable de la visión central.

Los niveles elevados de azúcar en la sangre dañan los vasos sanguíneos de la retina, lo que provoca inflamación de la mácula y, en consecuencia, visión borrosa”, detalló.

Agregó que, con el paso del tiempo, también pueden desarrollarse vasos sanguíneos anormales dentro del ojo. En los casos más graves, estos vasos pueden romperse y causar sangrados internos.

Por esta razón, si una persona ya padece diabetes o presenta signos de prediabetes, el doctor subrayó la importancia de acudir al oftalmólogo para realizar una revisión completa.

Esta evaluación debe incluir una exploración con dilatación de la pupila, que permite revisar a profundidad si el ojo muestra señales de daño”, compartió.

 

Detectando enfermedades cardiovasculares desde el ojo

El Dr. José Carlos Álvarez destacó que la hipertensión arterial es una de las enfermedades cardiovasculares que puede detectarse mediante la observación del estado de los ojos.

Una forma común de identificarla es a través de alteraciones en los vasos sanguíneos, que tienden a volverse más delgados en los pacientes hipertensos”, explicó.

Añadió que la presencia de pequeñas hemorragias o derrames dentro del ojo también puede ser un indicio de anomalías en la presión arterial.

Por ello, recomendó acudir al oftalmólogo, incluso en ausencia de molestias visuales, ya que “muchas veces el ojo funciona como una ventana para diagnosticar enfermedades más complejas”.

Argumentó que es un órgano privilegiado, pues es el único que permite observar, de manera directa, arterias, venas y tejido nervioso.

 

Cataratas: una condición común con la edad

De acuerdo con el Dr. Álvarez, las cataratas son una de las afecciones oculares más comunes conforme avanza la edad, especialmente a partir de los 50 o 60 años.

Dentro del ojo tenemos un lente transparente llamado cristalino. Con el paso del tiempo, este va perdiendo su transparencia hasta volverse opaco. Esa pérdida de claridad es lo que conocemos como catarata”, explicó.

El especialista señaló que, además de considerarse a la catarata como una consecuencia natural del envejecimiento, su tratamiento es sencillo y altamente efectivo.

Se corrige mediante una cirugía en la que se retira la parte opaca del cristalino y se sustituye por un lente intraocular transparente. Es un procedimiento seguro y con excelentes resultados”, agregó.

Síntomas

Asimismo, entre los síntomas que el especialista señaló, que pueden hacer sospechar la presencia de una catarata se encuentra:

  • Pérdida de sensibilidad al contraste: dificultad para distinguir colores o para leer en lugares con poca iluminación.
  • Deslumbramiento o encandilamiento: molestia ante la luz intensa o sensación de ver a través de un vidrio empañado.

El Dr. Álvarez destacó que, si al exponernos a la luz del sol o al enfrentar luces brillantes sentimos que nos “lamparean” y esa sensación no desaparece rápidamente, podría tratarse de un signo de catarata.

Normalmente, los ojos se adaptan a los cambios de luz en cuestión de segundos. Pero si esa molestia permanece, es momento de revisarse”, añadió.

 

Los trastornos autoinmunitarios

Escleritis

Otra categoría de enfermedades que el doctor mencionó como importantes son los trastornos autoinmunitarios, ya que no solo pueden causar daño ocular, sino también actuar como señales de otras enfermedades del organismo.

Entre ellas destacó la escleritis, una inflamación de la esclera, comúnmente conocida como “la parte blanca del ojo”.

Cuando se presenta un episodio aislado de escleritis no suele haber mayor problema, pero si los episodios son recurrentes, es necesario investigar más a fondo, pues podría tratarse de una enfermedad autoinmune, como la artritis reumatoide”, explicó.

El doctor también compartió la diferencia entre la escleritis y la conjuntivitis, dos condiciones que a menudo se confunden, pero que son totalmente distintas:

Ambas condiciones pueden hacer que los ojos se enrojezcan; sin embargo, la conjuntivitis generalmente no causa dolor, mientras que en la escleritis el dolor puede llegar a ser muy intenso”, precisó.

Síndrome de Sjögren

Finalmente, otra condición que el doctor categorizó como frecuente es el síndrome de Sjögren, un tipo de ojo seco crónico que se presenta con mayor frecuencia en mujeres.

Aunque muchas personas pueden sufrir de ojo seco por la contaminación u otros factores ambientales, en este caso el problema se debe a la disminución en la capacidad de producir lágrimas”, explicó el Dr. Álvarez.

Destacó que uno de los síntomas más característicos es que el ojo seco no mejora a pesar del uso constante de lubricantes oculares.

Además, pueden presentarse otros síntomas asociados, como dolor en las articulaciones, cansancio crónico o caída del cabello.

Todos estos son signos que pueden apuntar a otro tipo de enfermedades. Por ello, es fundamental no pasar por alto ninguna manifestación ocular”, subrayó.

 


La visión es mucho más que ver: es una ventana al estado de nuestro cuerpo.

Como explicó el Dr. José Carlos Álvarez, muchos problemas de salud se reflejan primero en los ojos, antes de mostrar síntomas en otras partes del organismo.

Por eso, una revisión oftalmológica anual, especialmente a partir de los 40 años, puede marcar la diferencia entre detectar a tiempo una enfermedad o esperar a que sea demasiado tarde.


Dr. José Carlos Álvarez

Dr. José Carlos Álvarez

El Dr. José Carlos Álvarez es especialista en Oftalmología por el Tecnológico de Monterrey, con subespecialidad en Enfermedades Inflamatorias Oculares y Glaucoma, esta última cursada en el Instituto de Oftalmología Conde de Valenciana. Su práctica se enfoca en cirugía de mínima invasión en glaucoma, así como en el manejo de uveítis y alergias oculares.

Cuenta con certificación del Consejo Mexicano de Oftalmología y es miembro activo de diversas asociaciones nacionales e internacionales, entre ellas la Sociedad Mexicana de Oftalmología, la American Academy of Ophthalmology, el International Ocular Inflammation Society, el Centro Mexicano de Enfermedades Inflamatorias Oculares y el Colegio Mexicano de Glaucoma.

Actualmente es profesor de cátedra del Programa Multicéntrico de Residencia en Oftalmología de la Escuela de Medicina y Ciencias de la Salud del Tec de Monterrey. Además, cursa el Doctorado en Ciencias Clínicas, con una línea de investigación centrada en el glaucoma asociado al síndrome de Vogt-Koanagi-Harada.

El doctor atiende a sus pacientes en el Instituto de Oftalmología y Ciencias Visuales de TecSalud: 81.8888.0551

 

 

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