Desde que inició la pandemia mucho se ha hablado acerca de la importancia de permanecer en casa, evitar salir a menos que sea realmente necesario, evitar acudir a reuniones y lugares aglomerados, y trabajar desde el hogar, siempre y cuando tu situación laboral te lo permita. Esto con el objetivo de prevenir más contagios y librar la saturación de los centros de salud. Sin embargo, la realidad es otra.
A dos años de la pandemia estamos viviendo un repunte de casos, particularmente por la variante ómicron. Y aunque esta nueva variante provoca síntomas leves, su capacidad de infección es mucho mayor al de las otras variantes. He ahí la importancia de acatar las recomendaciones de los líderes en salud y guardarse por nuestro bien y el de la sociedad.
Es en este contexto, de una pandemia que parece no tener fin, donde hemos escuchado con regularidad dos términos que muchos los utilizan como sinónimos, pero que en realidad se aplican a dos situaciones diferentes. Estos términos son aislamiento y cuarentena. ¿De qué manera difieren y en qué momento debemos utilizar uno y en qué momento debemos utilizar el otro? Aquí te lo contamos.
De acuerdo con el Centro para Control y Prevención de Enfermedades (CDC), la cuarentena es una medida de protección que se utiliza para prevenir la transmisión de enfermedades como el COVID-19, manteniendo a las personas que estuvieron en contacto con algún infectado, apartado de los demás.
Esto significa que, si recientemente estuviste en una reunión, cerca de una persona que resultó positiva, aunque no presentes algún síntoma debes apartarte durante algunos días de tu vida social y seguir las recomendaciones que la CDC marca para una cuarentena. Ojo, si estás al día con tus dosis de vacunación o has padecido COVID-19 en los últimos 90 días, esto no aplica para ti.
El aislamiento se utiliza para separar a las personas que resultaron positivas en alguna prueba COVID-19 o si presentan algún síntoma relacionado a la enfermedad. Las personas en aislamiento deberán permanecer en casa en un cuarto separado, dentro de lo posible, para evitar contagiar al resto de la familia, en caso de vivir con más personas.
Ahora ya conoces la diferencia y si te encuentras en alguna de estas situaciones, recuerda que una prueba de COVID-19 negativa es el mejor indicador para poder abandonar la cuarentena o el aislamiento.
Sabemos que estar recluidos en nuestro hogar es difícil, pero es importante cuidar nuestra salud y la de los demás para evitar una mayor propagación del virus.
Fuente: Centro para Control y Prevención de Enfermedades (CDC).
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