¿Cómo lidiar con el duelo?

El duelo es una respuesta emocional que todos sentimos en algún momento ante una pérdida significativa, pero muchas veces no sabemos cómo enfrentarlo.

Ya sea la muerte de un ser querido, el fin de una relación o la pérdida de una etapa de la vida, este proceso afecta profundamente nuestras emociones, comportamientos y relaciones.

En esta ocasión, el maestro Carlos Rodríguez, psicólogo clínico y de salud de la Escuela de Medicina y Ciencias de la Salud del Tec, nos comparte valiosas reflexiones y estrategias para transitar por el duelo de forma saludable.

 

El duelo vs la depresión

Para comenzar, el maestro Rodríguez define que el duelo es más que tristeza; es una respuesta compleja a una pérdida.

Todas las emociones son adaptativas y cumplen una función, incluyendo la tristeza. No hay emociones ‘buenas’ o ‘malas’”, señaló.

Aclaró que este proceso se distingue de otros estados emocionales como la depresión, ya que el duelo siempre surge a partir de una pérdida específica.

Además, comentó que el duelo no se limita a la muerte de un ser querido. Puede originarse en situaciones como perder un trabajo, experimentar un divorcio o enfrentar una enfermedad crónica.

También, enfatizó que cada tipo de pérdida conlleva su propio impacto emocional y requiere un enfoque adecuado para abordarlo.

 

Las cuatro tareas para enfrentar del duelo

El maestro Rodríguez compartió que, en lugar de las tradicionales etapas del duelo, actualmente se utiliza el modelo de las cuatro tareas.

Es importante saber que estas tareas no ocurren de forma lineal, sino que pueden vivirse simultáneamente o en diferente orden, dependiendo de cada persona:

1. Aceptar la realidad de la pérdida: Este primer paso implica tanto una aceptación intelectual (“sé que esta persona ya no está”) como emocional, que suele ser más difícil.

Muchas veces, aunque sabemos que alguien ha fallecido, no logramos aceptar emocionalmente su ausencia”, explicó el maestro Rodríguez.

2. Procesar el dolor de la pérdida: Aquí, la clave es permitirnos sentir emociones como tristeza, enojo o culpa, sin intentar reprimirlas o evitarlas.

También advirtió que frases como “dale vuelta a la página” pueden ser contraproducentes, ya que minimizan la importancia de este proceso.

3. Reorganizarse para adaptarse a la nueva realidad: Este ajuste incluye cambios internos, externos y en nuestra cosmovisión.

Según el maestro Rodríguez, “al perder a alguien significativo, enfrentamos un ‘espejo roto’ que nos obliga a replantear quiénes somos y qué papel jugamos en nuestras relaciones”.

4. Recolocar emocionalmente a la persona fallecida: Esta tarea implica encontrar una manera sana de mantener el vínculo emocional con la persona perdida, sin que esto impida seguir adelante.

El vínculo continúa, pero con un nuevo significado”, mencionó.

 

¿Cuándo buscar ayuda profesional?

Aunque no todas las personas necesitan terapia para superar un duelo, el acompañamiento psicológico puede ser esencial en ciertos casos.

Por ejemplo, mencionó que es importante cuando se trata de la pérdida de un cuidador primario, ya que muchas veces se evita hablar de la muerte en el hogar, lo que dificulta el procesamiento del duelo, especialmente en niños.

El maestro Rodríguez también advirtió sobre el trastorno por duelo prolongado, una condición en la que, después de un año o más, la persona sigue atorada en la pérdida y no logra retomar su vida cotidiana.

Señaló que este trastorno requiere intervención profesional para evitar complicaciones emocionales graves.

 

Una oportunidad de transformación

Por último, compartió que el duelo no solo es un proceso de pérdida; también puede ser una oportunidad para el crecimiento personal.

Al superar una pérdida, muchas personas descubren nuevas fortalezas, valores y propósitos en su vida”, dijo.

Este concepto, conocido como crecimiento postraumático, resalta que el duelo, aunque doloroso, puede llevarnos a una transformación positiva.


carlos-rodriguezMaestro Carlos Rodríguez

Licenciado en psicología por el Instituto Tecnológico de Sonora. Realizó un intercambio académico para formarse en psicología comunitaria y psicología clínica en la Universidad Católica del Norte, en Antofagasta, Chile. Cuenta con Maestría en Ciencias con orientación en Psicología de la Salud de la Universidad Autónoma de Nuevo León y una especialidad en Terapias Contextuales de la Universidad de Almería, España. 

Trabaja como profesor de la carrera en Psicología Clínica y de la Salud del Tec de Monterrey. Asimismo, como psicólogo clínico prestando servicios de psicoterapia con enfoque Cognitivo-Conductual y Terapias contextuales, además de colaborar haciendo investigación en temáticas de psicología de la salud y burnout.

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