Diez mitos sobre la donación de sangre

La donación de sangre es un tema del cual se habla mucho, y, por lo tanto, existen muchos mitos en torno a ella que la limitan.

En México, según el Instituto Mexicano del Seguro Social, tan solo el tres por ciento de la población son donadores altruistas, es decir, donan sangre por voluntad propia y no por una emergencia médica.

Para promover la donación altruista, la ayuda al prójimo, el verlo como un acto de solidaridad y no con miedo, es importante primero derribar algunos los mitos más populares de la donación de sangre.

A continuación, te presentamos los diez mitos más comunes a los que se enfrentan los bancos de sangre.

Aclara estos mitos más comunes

1. “La donación de sangre es muy dolorosa”: Quizá una de las principales razones por las cuales las personas no donan sangre es por sentir miedo o estrés al pensar que van a sentir mucho dolor y por mucho tiempo.

Sin embargo, el único dolor que se siente durante el proceso es el pinchazo de la aguja, que suele durar alrededor de tres segundos. El tiempo que se requiere para llenar una bolsa de sangre, que puede llevar hasta diez minutos, no implica dolor alguno.

2. “Donar sangre hace que nuestro peso aumente”: La donación de sangre no modifica tu peso corporal. Se suele pensar que al donar sangre podemos engordar porque es común que después de donar, una persona se sienta débil y crea necesitar comer algo muy azucarado.

Por el contrario, los bancos de sangre sugieren que después de donar se ingieran alimentos ricos en proteínas, como carne, pescado o pollo, y en hierro, como espinacas, verduras verdes, leguminosas, frijoles o lentejas.

3. “No puedo donar sangre si tengo hipertensión”: Según la Norma Oficial Mexicana 253, por la cual se rigen los bancos de sangre, para ser candidato a donar sangre se debe tener una presión 180 sistólica y 100 diastólica, cifras más altas de las que incluso alguien con hipertensión suele tener.

Si se están tomando medicamentos para la presión también se puede donar, ya que estos no afectan nada en el procedimiento. Antes de la donación de sangre, siempre se revisa la presión arterial. Por otro lado, la presión mínima para poder donar es de 90 sistólica y 60 diastólica.

4. “Si estoy en mi periodo menstrual no puedo donar”: Siempre y cuando se tenga una hemoglobina mayor a 12.5 y un porcentaje mayor o igual a 38% de glóbulos rojos en nuestro cuerpo, una mujer puede donar sin importar si está o no en su periodo menstrual.

Incluso si se tienen cólicos, siempre y cuando éstos no sean incapacitantes, también se puede ser candidata a la donación de sangre.

5. “Si me dio hepatitis, ya no puedo donar”: Esto no es del todo cierto. Según la Norma 253, las personas que tuvieron hepatitis A durante los primeros diez años de vida, pueden ser candidatas para donar sangre.

Por otro lado, si una persona tiene antecedentes o algún diagnóstico clínico de haber padecido hepatitis B o C, no puede donar sangre.

6. “Si me hice un tatuaje, ya no puedo donar sangre”: Este mito es más relevante conforme cada vez más personas tienen tatuajes. Alrededor de los años ochenta los bancos de sangre no aceptaban a personas con tatuajes porque muchos de los lugares donde éstos se realizaban no contaban con las medidas de salubridad y control que ahora son muy comunes.

El uso generalizado de agujas estériles y desechables y la profesionalización de la industria del tatuaje ha cambiado esta regla en los bancos de sangre.

Por ello, contrario a lo que se suele creer, las personas que se han hecho un tatuaje sí pueden donar sangre después de un periodo de espera de doce meses.

Por otro lado, si se realiza una prueba llamada amplificación de ácidos nucleicos, por la que se detecta el VIH, o hepatitis B y C, las personas con tatuajes pueden disminuir el periodo de espera y donar sangre después de cuatro meses.

7. “Las personas vegetarianas no pueden donar sangre”: Se suele asumir que las personas que no comen carne tienen niveles bajos de hierro, y, por lo tanto, niveles bajos de hemoglobina. Sin embargo, debido al alto consumo de leguminosas y verduras verdes, la dieta vegetariana en realidad es muy rica en hierro.

De cualquier forma, como se ha mencionado previamente, siempre se realiza un examen de biometría hemática para revisar los niveles de hemoglobina y hematocrito.

8. “Si dono sangre, corro el riesgo de infectarme de VIH o hepatitis”: En los bancos de sangre se utiliza solo material estéril y de un solo uso, tanto los tubos como la aguja y bolsa. Por lo general, cuando una persona pasa al área de donación, ahí mismo se abre la bolsa de sangre, que está unida a la aguja cerrada y sellada, y posteriormente se inicia el proceso de donación.

En las donaciones donde en lugar de una bolsa, la aguja está conectada a una máquina, tampoco hay riesgo de contraer estas enfermedades, ya que el material sigue siendo completamente nuevo, desechable y de un circuito cerrado.

9. “Si fumas o tomas bebidas alcohólicas no puedes donar”: Un fumador sí puede donar sangre. La única recomendación es que una vez que haya donado, se debe esperar veinticuatro horas para poder volver a fumar.

Esto se debe a que mediante la donación de sangre se extraen electrolitos, que son los encargados de llevar oxígeno a todo nuestro cuerpo. Una vez que nuestro cuerpo haya vuelto a producir electrolitos, se puede fumar otra vez sin sentirse corto de oxígeno.

En el caso de las bebidas alcohólicas, si bien lo ideal es no tener esta sustancia en nuestro cuerpo al momento de donar, el principal requerimiento es no estar en estado de embriaguez.

10. “Al donar sangre, me bajan las defensas y soy más propenso a infecciones”: No hay ningún peligro al donar sangre y no se debilita nuestro sistema inmune porque el cuerpo empieza a producir electrolitos a los días y leucocitos a las pocas semanas.

Si nuestro sistema inmune se viera comprometido, la médula ósea empezará a producir estas células y a liberarlas a nuestro torrente sanguíneo.

Otros puntos que considerar para donar sangre

Una vez aclarados algunos de los mitos más comunes sobre la donación de sangre, es importante también considerar lo siguiente si quieres convertirte en donador altruista.

  • El rango de edad para poder donar sangre es de los 18 a los 65 años. Sin embargo, si una persona próxima a cumplir dieciocho años cuenta con el consentimiento de sus padres, también puede donar sangre.
  • Una vez que una persona decide convertirse en donador altruista, en el caso de los hombres se recomiendan al menos cuatro donaciones de sangre al año, y en de las mujeres, al menos cada dos meses.
  • El peso mínimo para donar sangre es de 50 kilogramos.

Si cambiamos nuestra mentalidad sobre la donación y lo hacemos por motivos altruistas, los bancos de sangre tendrán un buen inventario en casos de emergencia y no tendrán que buscar donadores de último momento.

Por ello, después de aclarar cualquier duda o miedo y confirmar que la donación de sangre es completamente segura, no esperes a una emergencia médica, ¡pierde el miedo y anímate a donar!

Contacto
Banco de Sangre TecSalud
Teléfono: 81.8888.2300

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