Durante muchos años el peso corporal fue tradicionalmente utilizado como un indicador de salud, sin embargo, en la actualidad se reconoce que no es un factor definitivo.
Existen numerosos aspectos que influyen en la salud de una persona y que van más allá de su peso, como la composición corporal, el nivel de actividad física, la alimentación y factores genéticos.
Es por eso que, en este artículo exploraremos por qué el peso no es un indicador completo de la salud y cómo otros factores deben ser considerados para evaluar el bienestar general de una persona.
La orientación profesional es fundamental
En la consulta es común ver muchísimos casos de pacientes que se acercan con un nutriólogo con el único objetivo de bajar de peso.
Muchas de estas recomendaciones vienen incluso de sus médicos que, con buenas intenciones hacia sus pacientes, hacen este tipo de recomendaciones para que mejoren su salud.
La realidad es que no es así. La salud no mejora solamente con bajar de peso, es más, si las personas no controlan su peso de forma orientada, su salud podría empeorar.
Por eso, es fundamental orientarse para controlar el peso de manera efectiva y saludable, y establecer metas realistas y alcanzables.
Masa grasa vs masa muscular
Hay que dejar claro que el peso de una persona esta formado por muchos componentes como masa muscular, grasa, huesos, cartílagos, agua corporal, el peso de nuestro cerebro e incluso el aire que hay en nuestros pulmones.
De todos estos componentes, los que tienen un mayor impacto en nuestra salud son la masa grasa y la masa muscular.
Estos dos componentes son metabólicamente muy activos, es decir, llevan a cabo muchas funciones en nuestro organismo además de que la masa muscular también brinda soporte y estructura a nuestro cuerpo.
Esto mismo sucede con las personas, es decir, podemos ver a dos personas con el mismo peso, pero con diferente composición corporal.
Una de ellas puede tener una mayor proporción de grasa y la otra de masa muscular, aunque el peso puede ser exactamente el mismo.
Esta diferencia no la marca una báscula donde solo vemos el peso total de la persona.
Además, el peso de una persona no nos brinda información de sus hábitos, ni su estilo de vida, por lo que no debe de ser indicador de su salud.
La salud no se mide con una báscula
Para dar recomendaciones más precisas o monitorear que la pérdida de peso sea saludable, se recomienda utilizar aparatos especializados para medir composición corporal.
La precisión y exactitud de las mediciones también dependen de muchos factores, algunos relacionados con el mismo aparato y otros con las personas como su estado de hidratación, la hora del día, el ayuno, etc.
Es importante mencionar esto por que a pesar de que existen muchos modelos en el mercado para medir composición corporal, nunca serán 100% exactos.
A pesar de ello, nos pueden brindar información valiosa que nos ayuda a enfocar y dirigir las recomendaciones, sobre todo aquellas relacionadas con la alimentación y la actividad física.
El "peso saludable"
El ejercicio físico y sobre todo el ejercicio de fuerza incrementa la masa muscular, por lo que el peso corporal incrementará, pero a base de un “peso saludable”.
De hecho, cuando se realiza ejercicio de fuerza y se pierde grasa corporal, puede no haber mucho cambio de pérdida en el peso total, pero eso no significa que lo cambios que se están haciendo no sean efectivos o buenos.
Por lo tanto, cuando exista una recomendación de pérdida de peso, además de que se debe hacer orientada por un profesional de la salud, debe estar acompañada por una medición de composición corporal.
De esta manera se podrán identificar cuáles de los compartimentos corporales (grasa o musculo) están presentando los cambios que realmente necesitas.
Si requieres de una atención personalizada para mejorar tu salud, acércate a Health4life: