¿Te ha sucedido que no te acuerdas de lo que viviste ayer? o peor aún, que no te acuerdes de lo que acabas de hacer hace un momento.
Aunque no lo creas, eso es algo común y una de las razones por las que se nos olvidan las cosas, es porque no ponemos suficiente atención.
De hecho, muchas personas llevan vidas bastante aceleradas y entre el sinfín de actividades, es muy probable que se pierda la plena conciencia del momento.
Esto, aunado a los distractores como los dispositivos móviles, hacen las cosas más difíciles, sin embargo, existe una manera de ejercitar nuestra capacidad de atención.
Nos referimos al mindfulness que consiste en reconocer lo que está sucediendo, en el momento que está sucediendo, sin distraernos y sin preocuparnos del pasado o del futuro.
A continuación, te platicamos un poco más acerca de esta práctica que te ayudará a conectar con el presente y con lo que acontece a tu alrededor para que disfrutes al máximo cada momento.
¿Ausencia o control de pensamientos?
La palabra mindfulness se ha ido incorporando al léxico cotidiano desde hace varias décadas, tomando fuerza en estas últimas dos por el gran interés en estudiar sus efectos desde diferentes disciplinas, ya sean psicológicos o de marcadores físicos.
Estos van desde la reducción de estrés, mejor manejo de ansiedad, bajar presión arterial y mejora de memoria en el adulto mayor.
Por otro lado, también se tiene la idea de que el mindfulness tiene como objetivo dejar la mente en blanco, sin pensamientos, pero, ¿cómo dejar la mente en blanco? ¿Es posible?
Si te pones a pensarlo, sería igual que pedirle al corazón que deje de latir.
La verdad es que al adoptar un estado de mindfulness no buscamos la falta de pensamientos, sino dejar de prestarles atención.
Es decir, así como el corazón late y no estamos conscientes todo el tiempo de los latidos, de la misma forma, con el mindfulness dejamos de prestarle atención a los pensamientos.
La mente no es un enemigo a conquistar, más bien, es como un niño que quiere el control y debemos con cariño enseñarle a esperar su turno.
Entonces… ¿Qué es mindfulness?
Jon Kabat-Zinn, uno de los maestros más representativos de mindfulness, lo define como “tener consciencia al poner atención con propósito al momento presente al servicio del autoconocimiento”.
Pudiera parece que es el arte de no hacer nada y observar a quien no está haciendo nada, y esto puede sonar complicado; pero el mindfulness más que una práctica es una forma de hacer las cosas.
Es buscar estar en el momento, quitando etiquetas, dejando el pasado y futuro donde van en la imaginación para concentrarnos en el presente, en lo que está sucediendo aquí y ahora.
De las muchas tradiciones de meditación que existen, el mindfulness es muy flexible, siendo sencillo de aprender y practicar.
Al mismo tiempo busca explorar hacia el interior de la persona sin juzgar. Es observar para entender. El Mindfulness puede ser practicado donde sea, solo necesitamos traer la atención al presente.
Es así como una actividad tan cotidiana como preparar una taza de café, puede convertirse en una práctica de mindfulness.
Ahora que ya sabes qué es mindfulness, ¿qué esperas para empezar a practicarlo?
Si deseas comenzar ahora, ten en cuenta que ayuda el tener algo en que concentrar o anclar la atención: puede ser tu respiración, caminar o algo en que enfocar tu vista.
Anímate a probarlo y verás que poco a poco, dejaras de olvidarte de las cosas y disfrutarás mejor cada momento de tu vida.
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